El inicio del curso escolar es un acontecimiento para la familia cubana. Es uno de esos hechos en los que de manera directa o indirecta toca de cerca a infinidad de personas. Desde este lunes 2 de septiembre el período lectivo acogerá a millón 840 mil estudiantes de la enseñanza general.
Los alumnos retornan a las escuelas luego del disfrute de las vacaciones en julio y agosto, mientras los pequeñines de cinco años se enfrentan por primera vez a un mundo totalmente nuevo en el aula donde inician su vida en la enseñanza primaria.. Por eso no existe ni puede existir preocupación e incertidumbre por que falten escuelas abiertas y maestros.
Es un día que involucra a madres, padres, abuelas, abuelos y otros familiares más cercanos y, por su puesto, a miles de mujeres y hombres que llevan la luz del saber a las aulas, así como al personal no docente encargado de aspectos organizativos para la arrancada de la etapa académica.
Abrirán sus puertas un total de 10 mil 402 centros. Es justo ponderar la labor de las brigadas de albañiles, carpinteros y otros obreros del sector de la construcción responsabilizados con el mantenimiento, reparación y acondicionamiento de muchas escuelas así como de quienes confeccionaron los uniformes escolares.
De igual modo hay que significar el esfuerzo de los trabajadores de la industria poligráfica con el aporte de poco más de 20 millones de libretas y unos 4 millones de ejemplares de libros para garantizar la puesta en marcha del curso . Se suma, además la confección de más de 10 millones de cuadernos y registros destinados fundamentalmente a la enseñanza primaria.
La expectativa ante nuevas experiencias, el reencuentro fraternal con el condiscípulo y el saludo afectuoso a la profesora y al profesor que no vemos desde el curso pasado, son algunos pasajes que caracterizan un momento tan esperado como el primer día del período lectivo.
El rigor en la disciplina tanto en la puntualidad a clases como a la hora de impartirlas con calidad seguirá siendo un punto cardinal del proceso docente educativo.
Para el sector educacional cubano el propósito esencial es lograr un curso de mayor calidad, en el que además de trasmitir conocimientos a los alumnos, se eduque en el sentido más amplio de la palabra.