Por Alberto Cabrera Toppin (estudiante de Periodismo)
El Gobierno de los Estados Unidos tal parece que ya está listo para intervenir militarmente en Siria, aun cuando la delegación de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) no ha publicado pruebas del uso de armas químicas por el Gobierno de Bashar al-Assad.
La administración de Barack Obama prepara un golpe aéreo de limitada duración contra el país árabe, el cual podría ocurrir en fecha tan cercana como el jueves, según han declarado altos funcionarios de la Casa Blanca.
El secretario de Defensa norteamericano, Chuck Hagel, afirmó este lunes que las fuerzas de su país están listas para atacar si el Presidente da la orden para ello. La operación funcionaría como una “reprimenda” a Damasco por el supuesto empleo de armamento químico contra civiles.
La declaración ocurre tras una semana del rechazo total y absoluto que hiciera el canciller sirio, Walid Muallem, contra la presunta utilización de tales armas de destrucción por las fuerzas gubernamentales contra la población.
Pese a las declaraciones del Gobierno de Al-Assad, el Reino Unido ha considerado también que una acción militar rápida podría realizarse sin el consentimiento del Consejo de Seguridad de la ONU, órgano al que también pertenecen permanentemente China y Rusia, opuestos a cualquier intervención militar. Asimismo, Francia y EE.UU. han advertido que la opinión de la ONU podría ser obviada frente una gran necesidad humanitaria, en el caso de Siria.
La semana pasada, el Presidente norteamericano sostuvo conversaciones al respecto con el primer ministro australiano, Kevin Rudd, y su homólogo francés Francois Hollande, mientras que el secretario de Estado John Kerry dialogó con dirigentes políticos de Gran Bretaña, Jordania, Turquía, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Emirates y Qatar.