Afiliados a sección sindical de autos clásicos no quieren quedarse atrás

Muchas veces Alfredo Hernández, Mario Arenas y Juan Ramón Ramírez coinciden frente al Hotel Parque Central donde estacionan sus autos en espera de poder trasladar algún turista. No son carros modernos, muchos sobrepasan los 60 años, pero están muy bien cuidados, e incluso algunos como el de Alfredo, conservan todas sus piezas originales.

“Frente al hotel pueden permanecer cuatro carros, pero somos un grupo mayor, y nos vamos rotando. El mío es un Buick del 48, descapotable; hace 65 años pertenece a la familia y 30 que lo tengo; yo tenía licencia operativa y cuando permitieron transportar a los extranjeros, empecé en ese servicio”, confiesa Alfredo.

Fue él quien tomó la decisión de dirigirse hasta la sede donde radica el secretariado provincial del Sindicato del Transporte y Puertos en La Habana. “Queríamos afiliarnos y nos explicaran qué debíamos hacer. Allí nos atendieron muy bien y el propio secretario general nos orientó lo indicado para esos fines”.

“Ellos prestan servicio a personas que realizan bodas, quinces o están en hoteles; no hemos tenido que salir a buscarlos, ellos se acercaron al sindicato, realmente muchos compañeros tenían experiencia sindical antes de dedicarse a esta labor”, explicó Luis Romelio Salazar, secretario general de ese sindicato en la capital.

“Somos los terceros dentro de la ciudad en cantidad de trabajadores no estatales, nos anteceden la Administración Pública y Comercio, Gastronomía y los Servicios. Tenemos un potencial de 17 mil y están afiliados 8 mil 673, es decir, el 55 por ciento. Ellos están organizados en 16 secciones y el resto en comités sindicales. Tenemos el objetivo en lo que queda de año de convertir los comités en secciones puras de trabajadores no estatales; además de seguir incorporando a otros cuentapropistas”, declaró.

El sindicato, refirió, atiende a aquellos vinculados a la licencia operativa de transporte, donde están los bicitaxis, los llamados boteros y los gestores de transporte; así como también otros que sacan sus licencias para trabajar como mecánicos, electricistas o chapistas.

“En estos momentos, la mayor cantidad de afiliados son los que tienen bicitaxis, son más fácil de atender, trabajan en una misma área; los de licencia operativa son más complejos y tenemos que buscar varias formas para localizarlos: su casa, el lugar donde laboran por el municipio donde tienen la piquera, por la escuela donde se capacitan, para irlos convenciendo de que se afilien a nuestro sindicato”, expresó Romelio.

No quedarnos atrás

El trabajo sindical no le es extraño a Alfredo, durante su vida laboral siempre estuvo vinculado al quehacer político del país, y sabe que hay que trabajar directamente con el hombre.

“Del grupo del Parque Central decidieron incorporarse 12 compañeros. Sabemos que después que nos organicemos otros vendrán; hemos mantenido conversaciones individuales y muchos tienen interés. Vamos a cumplir todas las tareas que el sindicato nos programe, haremos aportes al hospital Oncológico de forma semestral y también pagaremos nuestra cuota sindical.

“Somos trabajadores como los demás, cumplimos horarios, y respondemos a los hoteles, agencias de viajes; cuando nos piden los carros somos estrictos en la disciplina, no hay queja de nosotros.

“Los que vivimos informados sabemos que el trabajo por cuenta propia va a jugar un rol importante en el país y el tema estará en el XX Congreso de la CTC; queremos estar ahí y no quedarnos atrás”, añadió.

Silvia Martínez Rivero, secretaria general del Sindicato del Transporte en el municipio de La Habana Vieja, destaca que tienen 2 mil 165 afiliados. “En estos momentos existen 28 comités, dos secciones sindicales de bicitaxis, una de gestores de pasajeros, una de licencia operativa y esta, que es la quinta”.

Para ella, los resultados se deben al trabajo que hacen hombre a hombre. “Es complejo, somos cuatro cuadros, hay que ir a donde están agrupados, conversar con ellos, explicarles…”

Apunta que entre las preocupaciones principales están “las multas desproporcionadas que a veces les ponen los inspectores; la mayoría se queja por no tener piqueras oficializadas y por esa razón también a veces los multan; se han ido creando piqueras, tenemos seis, pero no dan abasto, son muchos bicitaxis”.

Ahora a Alfredo, Mario, Juan Ramón y los demás compañeros no los une solo la pasión que sienten por sus antiguos autos, sino, la oportunidad de compartir juntos en una sección sindical que también es de lujo.

Acerca del autor

María de las Nieves Galá León

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Graduada en Licenciatura en Periodismo en la Facultad de Filología, en la Universidad de La Habana en 1984. Edita la separata EconoMía y aborda además temas relacionados con la sociedad. Ha realizado Diplomados y Postgrados en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. En su blog Nieves.cu trata con regularidad asuntos vinculados a la familia y el medio ambiente.