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Expocuba: Palpitante devenir histórico del movimiento sindical

Durante este verano Expocuba ha sido un hormiguero. Familias completas de La Habana y de otras provincias, de miércoles a domingo, colman los disímiles espacios del recinto ferial más grande del país, con 25 pabellones, de ellos 19 expositivos, entre los que se encuentran el número 9, destinado a exhibiciones transitorias. Allí se presenta la exposición XX Congreso de la CTC: Los sindicatos tienen que ser la Revolución, inaugurada el pasado 27 de abril.

En la emblemática institución nos recibió uno de sus más vehementes directivos, Ángel Izalgué Pérez, especialista expositor principal y experimentado colaborador de la prensa, quien nos acompañó hasta la suntuosa muestra de fotografías, documentos, gigantografías y otros testimonios, a través de los cuales se puede conocer la historia del movimiento obrero y sindical cubano desde los tiempos de la colonia hasta nuestros días.

Uno de los aspectos que sobresalen en este sintetizado recorrido por la fértil huella de los trabajadores en sus luchas emancipadoras, es el trabajo curatorial y museográfico, dirigido por Ermela García Santiago —miembro de la Comisión organizadora del XX Congreso de la CTC, también productora de esta idea—, junto a un grupo de especialistas de la central sindical y del área de diseño y desarrollo de Expocuba. Las imágenes y los textos se equilibran con objetos pertenecientes al quehacer laboral en diferentes esferas de la economía nacional, tales como los tabaqueros y azucareros, además de la construcción y el transporte, y otros pertenecientes a la contemporaneidad, entre ellos, los del turismo, la ligera, la energía y los miembros de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR).

Julia Bertina Sánchez Torres, quien justamente proviene de las filas aniristas, es la jefa de este pabellón desde hace más de siete años, de los 11 que lleva en Expocuba. “Cuando el boom de los clubes de computación, funcionaba aquí una sala de video. Fueron tiempos en los que había mucha efervescencia juvenil, hasta que cerramos y este inmenso espacio se convirtió en un frío almacén…”

Con esa suave y sensual sonrisa que siempre le acompaña, Bertina, como todos le llaman, hizo una pausa e iluminó su rostro: “Gracias a la CTC, y a su XX Congreso, rescatamos este pabellón, que ha reabierto sus puertas como sala transitoria con esta colosal exposición que cerrará el venidero primero de septiembre para rehabilitarla y entonces acoger al País Vasco (España) que aquí expondrá, como en cada una de las ediciones anteriores, en la ya cercana XXXI Feria Internacional de La Habana (FIHAV). Vale recordar que cuando nuestra institución se inauguró, aquí radicaba el sector de la defensa. Luego pasó a ser sala transitoria de exposiciones”.

Bertina proviene de las filas aniristas.

Junto con Bertina, se desempeña Osilia Canales Calvo, quien allí presta servicios hasta que retorne, durante la FIHAV, al Pabellón 18, del cual es jefa. Anteriormente ejerció esa responsabilidad en el pabellón central, donde se exhiben muestras de los logros más relevantes dentro de la actividad socioeconómica del país y al que, por su diversidad de opciones y ofertas, confluye la mayor cantidad de público—. Actualmente ellas asumen la organización de las actividades artísticas y culturales, así como diversas tareas de la higiene y el mantenimiento del salón, en tanto la compañera encargada de la limpieza disfruta de las vacaciones del verano.

Con su simpático y natural carácter, Osilia se ha conectado con Bertina y ambas forman un dúo que asume disímiles proyectos. “Esta exposición ha sido visitada por unas 3 mil personas, muchas de ellas participaron en el concurso semanal XX Congreso de la CTC. También organizamos conversatorios, conciertos de música, y otros programas relacionados con los trabajadores y los sindicatos. Otros dos también han tenido resonancia: el encuentro con historiadores de la CTC y las charlas semanales, durante el período estival, con dirigentes sindicales que vacacionan en la capital”.

Tanto Bertina como Osilia profundizaron sus conocimientos sobre la historia del movimiento sindical cubano, lo cual les posibilita no solo explicar a los espectadores asuntos relacionados con la muestra, sino además, abordar en otros aspectos que particularmente interesan a los visitantes. Según ellas, la curaduría fue concebida en cuatro etapas: La primera, sobre el período colonial, desde las luchas independentistas del año 1868 hasta la intervención norteamericana de principios del pasado siglo.

Otro segmento abarca desde 1912 hasta finales de la década de los años 30, cuando se realizó en La Habana, del 23 al 28 de enero de 1939, el Congreso Constituyente de la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC), al que asistieron unos mil 500 delegados provenientes de 700 organizaciones. Ellos eligieron, como secretario general, al líder obrero Lázaro Peña, por su destacada trayectoria como dirigente y por su honestidad y valor.

La exposición concluye con la palpitante vida sindical desde el triunfo de la Revolución (1959) hasta el XIX Congreso de la CTC. Resaltan las multitudinarias marchas por el Primero de Mayo, las conquistas revolucionarias en los campos de la ciencia, la salud, la educación, la cultura y el deporte, además del internacionalismo proletario y la emancipación de la mujer; la histórica campaña de alfabetización, las zafras azucareras, los avances en los sectores del turismo y las comunicaciones, amén de la lucha por la liberación de los Cinco Héroes cubanos injustamente confinados en cárceles norteamericanas por luchar contra el terrorismo, entre otros muchos momentos que forman parte de nuestra épica historia.

Junto con la muestra XX Congreso de la CTC: Los sindicatos tienen que ser la Revolución, se inauguró —en un pequeño salón aledaño y como parte de aquella— una exposición de dibujos del maestro Tomás Lara Franquis, titulada Carpinteando II. Simbiosis de arte y noble filosofía humanística, elogiada por cientos de visitantes.

Esta antología sobre el devenir histórico del movimiento sindical cubano volverá a esta misma sala a principios del año 2014. Pero aún quedan los días de esta semana para disfrutarla en el acogedor entorno de Expocuba. Les aseguro que vale la pena.

Uno de los aspectos que sobresalen en este sintetizado recorrido por la fértil huella de los
trabajadores en sus luchas emancipadoras, es el trabajo curatorial y museográfico.
Con su simpático y natural carácter, Osilia explica a Lilia Tejeda, visitante y ama de casa del
municipio de Cerro, detalles de esta antológica exposición.

 

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