Pasadas las 12 de la noche de este domingo, regresó a la Patria el equipo de béisbol de Ciego de Ávila, campeón de la tercera edición del torneo Challenger, en Canadá, y que al decir de su propio director, Roger Machado, representó otro triunfo de la fortaleza del béisbol cubano, a pesar de los problemas existentes y en los que habrá que seguir trabajando.
Raúl González, líder de los bateadores del torneo y Yoelvis Fiss, jugador más valioso, portaron la bandera nacional y coincidieron en sus primeras declaraciones en la experiencia formidable que resultó enfrentar a equipos internacionales de países de gran tradición en este deporte como Japón, Taipei de China, Estados Unidos y Canadá.
«Mi ofensiva se debió porque me preparé bien los días que estuve entrenando en Ciego y en los juegos que tuvimos en la Habana con los juveniles. La calidad del torneo era buena porque vimos lanzadores rápidos y con oficio, solo que nosotros llegamos en un momento muy bueno al bate y todo nos salió bien», comentó Raúl.
En el caso de Fiss, autor de dos cuadrangulares inolvidables y decisivos en el triunfo del equipo explicó: «fueron momentos muy emocionantes, sobre todo el primero, cuando decidí un juego que estábamos perdiendo contra los japoneses. Salí a pegarle duro a la pelota y cuando vi el batazo solo pensaba que cumplía con mi equipo y con mi director».
Un baluarte del pitcheo, Vladimir García, acostumbrado a representar a Cuba en eventos internacionales con el equipo nacional, valoró este éxito como un regalo a la gente más cercana. «Es lo máximo ganar un evento internacional con tu equipo de provincia, sin demeritar los muchos triunfos que he tenido con el equipo nacional, pues es la forma de tributarle a tu pueblo lo que ellos tanto esperan de ti».
En un aparte con la prensa especializada que esperó más de tres horas por la llegada del vuelo, retrasado por las condiciones climatológicas y problemas de electricidad en la pista, el director Roger Machado ofreció sus consideraciones generales sobre el certamen canadiense, en el que se reunieron equipos de potencias tradicionales de este deporte como Japón, Taipei de China, Estados Unidos y los anfitriones.
«La utilización de Vladimir y Yander Guevara no fue en exceso, solo con Vladimir nos pasamos un día con 134 lanzamientos, lo que pasa es que desde que llegamos nos percatamos que los que nos podían ganar el evento eran ellos dos. Dachel Duquesne ayudó mucho y los relevista hicieron su papel, algunos mejor que otros», acotó.
«Leí algunos criterios diciendo que el torneo no tenía calidad y debo explicar que ese equipo japonés se ha enfrentado a selecciones nacionales de Cuba en otros eventos internacionales y ha ganado y perdido. Los taipeianos tenían a 17 jugadores que habían ido al torneo de Holanda de este año y son casi los mismos que me ganaron hace dos años, cuando dirigí una selección nacional en el torneo de Róterdam».
«El equipo de Estados Unidos era joven, pero todos sabemos de la calidad de ellos y que saben jugar bien al béisbol y los canadienses quizás eran los más débiles, pero también tienen oficio», consideró Machado, quien ratificó que tomará un año de descanso al frente de los tigres avileños, pero no se divorciará del béisbol cubano.