Las inversiones ejecutadas en la planta de ácido sulfúrico de la provincia de Matanzas, a 100 km de La Habana, permitirán casi duplicar en el 2014 las 12 mil 500 toneladas pactadas para este año, crecimiento que ayudará a disminuir las elevadas importaciones que en esta partida la Isla continúa realizando.
Bastaría solo una gestión eficaz de los procesos de la fábrica para concretar un saldo que cuenta con los recursos esenciales, materia prima, soporte tecnológico y personal calificado y experto, pues desde 1948 el centro se dedica a su fabricación.
Aquí, en propio territorio yumurino, está la planta ENERGAS, aportadora del azufre empleado en la elaboración de ácido sulfúrico, residuos de los cuales solo se puede aprovechar hoy la mitad, debido a la capacidad instalada de la planta de ácido, opción que, sin embargo, reduce de manera considerable los costos de producción.
Caracterizada por el elevado índice de automatización de sus operaciones, se le incorporaron a la planta horno y caldera nuevos, así como también óptimos controles de medición, especificó Eduardo Gerónimo Catalá, ingeniero de vasta experiencia.
Entre las perspectivas estratégicas manejadas por los directivos figura la factibilidad de seguir elevando el valor agregado de la producción de ácido sulfúrico, con la incorporación a la cartera de negocios del ácido para batería y para baño, de gran demanda en la red de mercados industriales cubanos.
Pese a los incuestionables beneficios de la inversión, en reciente visita a la planta, Ulises Guilarte de Nacimiento, presidente de la Comisión Organizadora XX Congreso de la CTC, criticó las insuficiencias que han caracterizado la obra, desplazada en sus plazos de ejecución, incoherente con la actualización del modelo económico de la Isla.
El ácido sulfúrico es el ácido mineral de uso más frecuente en la industria, y su consumo se utiliza como indicador del grado de industrialización de un país.