El espirituano Otoniel Felipe Guardarrama, especialista en Neonatología y Máster en Atención Integral al niño, es uno de los tres galenos cubanos que asistirán al Tercer Taller Internacional de Retinopatía de la prematuridad próximo a celebrarse en Cartagena de Indias, Colombia, del 8 al 11 de septiembre.
“Desde hace unos años en el mundo se promueven programas para prevenir la ceguera infantil. En Cuba comenzaron los entrenamientos de retinólogos y neonatólogos a partir del 2004 para dar seguimiento en cada provincia a los niños prematuros. Todos los bebés con un peso menor de los 1700 gramos y nacidos antes de las 32 semanas son examinados minuciosamente dado el peligro que tienen de desarrollar una Retinopatía de la prematuridad debido a que el desarrollo embrionario del ojo no se completa y los niños corren riesgo de desprendimiento de retina, hecho que puede devenir en la pérdida total de la visión”, explica Felipe Guardarrama.
Con un trabajo en equipo que incluye también a oftalmólogos y enfermeras, la exhaustiva pesquisa muestra resultados alentadores en Sancti Spíritus desde que comenzaron los tratamientos en el propio territorio en el 2007:
“Anteriormente teníamos que trasladar a los pacientes a La Habana, eso suponía complicaciones porque hablamos de infantes con condiciones especiales dado su temprano nacimiento; sin embargo, una vez ejecutados los métodos en la provincia, de los 14 niños atendidos solo uno carece de visión adecuada porque su estado crítico de salud impidió el traslado a la capital para recibir el tratamiento requerido por su diagnóstico específico.
“Gracias al trabajo de la oftalmóloga encargada de llevar el programa y el de las propias enfermeras que vigilan incansablemente la evolución de los recién nacidos, no existe la menor posibilidad de que se nos escape un caso de Retinopatía en la prematuridad; hecho que permite velar no solo por la salud del bebé en los primeros tiempos de vida, sino por su desarrollo futuro a la hora de insertarse en la sociedad”, advierte el especialista.
Una vez que la patología avanza hasta el grado III, de los cinco descritos, los aquejados demandan métodos puntuales. Otrora eran sometidos a la Crioterapia, técnica que los médicos describen como “muy cruenta”. Esta última consistía en la colocación de un terminal frío fuera de la pared del ojo hasta congelarlo y formar una bola de hielo en la superficie de la retina, de tal manera resultaba fácil el acceso a la zona periférica del globo ocular, no así a la posterior.
De acuerdo con Otoniel Felipe, las condiciones actuales han cambiado: “En estos momentos se hacen disparos con láser mediante una lupa a las zonas periféricas de la retina con el fin de eliminar los vasos anormales capaces de desprender esa membrana. La duración de la mencionada práctica es de pocos minutos y puede hacerse en la propia incubadora del bebé. Además, todos ellos, incluidos los que no llegan al grado III de la enfermedad, reciben seguimiento por cinco años para corregir cualquier secuela como la miopía o el astigmatismo”.
Con respecto al evento internacional en el que representará a Cuba, el doctor informó que pretenden discutir sobre los avances del programa implantado también en los demás países de Latinoamérica; y sostuvo que se trata de un servicio gratuito en todas las naciones, gracias a la responsabilidad de los Gobiernos y organizaciones no gubernamentales comprometidas a costear los tratamientos a pequeños que, amén de la premura con que llegan al mundo, cuentan con la entrega y competencia de excelentes especialistas como garantía absoluta para aguzar sus capacidades visuales.
Hola, me gustaría saber si tratan a niños ya avanzados en edad mi hijo tiene 10 años el tuvo desprendimiento de retina en el ojo derecho perdió la visión en el izquierdo tiene un 75% de visión, si, se pudiera hacer algo para mejorar su visión, les agradecería la sugerencia. Gracias