En febrero pasado nos escribió Luisa Carelia Berrío Arias desde la finca Favorito, en el municipio matancero de Martí, para recibir una respuesta a su inconformidad con la cantidad de dinero otorgada a su padre, de 84 años, para la reparación de su vivienda.
En un mensaje electrónico, Berrío destacó que se habían cometido errores a la hora de establecer el monto necesario para efectuar las acciones constructivas, pues no era suficiente para comprar cemento y cantos, solamente siete planchas de zinc.Después de una reclamación, Berrío logró que funcionarios de la Unidad Municipal Inversionista de la Vivienda (UMIV) y la Dirección Municipal de la Vivienda revisaran el caso y reconocieran la necesidad de aumentar la cifra.
No obstante, una semana después le comunicaron que su caso no podía seguir atendiéndose, pues el Consejo de la Administración Municipal (CAM) había aprobado la cifra de poco más de 13 mil pesos, y no podía alterarse.
Después de un despacho, el presidente del CAM, pidió que se analizara el expediente para sancionar al técnico de la UMIV que había elaborado mal la solicitud; sin embargo, planteó que no habría solución, pues el subsidio se otorga por una sola vez.
En respuesta a esta reclamación nos escribió Tania León Silveira, presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular, en Matanzas, quien plantea que para atender este caso se creó una comisión.
Después de las investigaciones, se comprobó que el subsidio era para la terminación de lo que estaba fabricado, y no para comprar materiales con vista a otras acciones constructivas en la vivienda, las cuales estaba ejecutando Berrío.
Por otra parte, a la hora de hacer la solicitud del subsidio se había declarado que en la casa vivían dos personas, y se comprobó que eran cinco realmente. Finalmente, León indica que Berrío no tiene razón en su reclamo, con el cual continúa, pues compró materiales fuera de lo aprobado. Igualmente, destaca que ella debe acudir a un crédito para proseguir con las acciones constructivas que desea hacer. | RB