Las banderas del antimperialismo, de la paz y la solidaridad tienen en los brazos de Daymel Ramón Ramírez Monteaguado un asta inhiesta e indoblegable, por eso los trabajadores del combinado cárnico Álvaro Barba Machada, del municipio de Colombia, le dieron por abrumadora mayoría el voto que lo convirtió en el primer delegado directo de Las Tunas al XVIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.
Pudo vencer la emoción del momento, “nunca antes había experimentado algo similar”, dijo y confirmó que “vamos a enaltecer y a demostrar la vigencia de las ideas de Fidel y de Chávez de que un mundo mejor es posible y que en su construcción es protagónico el papel de las nuevas generaciones.”
Consciente del rol de vanguardia de la juventud progresista del mundo, “los cubanos iremos al Festival para reafirmar el apoyo a la Revolución, a los principios éticos inculcados y a los movimientos sociales que están en pleno desarrollo en Latinoamérica”, enfatizó Daymel.
“Iré al encuentro como abanderado de todas las causas justas y no faltará la exigencia por la incondicional excarcelación de nuestros cuatro compatriotas antiterroristas todavía en cárceles norteamericanas, porque la solidaridad con los anhelos de los pueblos es otra razón que convoca”, confirmó.
El colectivo laboral reconoció con la elección las virtudes de un joven que lleva sobre sus hombros el cargo de jefe de seguridad interna en ese importante enclave económico y la forma respetuosa y exigente de enfrentar las tareas cotidianas.
“Me llevo bien con todo el mundo, cumplo con el trabajo sin extremismos y le doy mucha importancia a la profilaxis frente a potenciales delitos, algo alcanzable conversando con la gente, orientándola, exigiendo por el cumplimiento del plan de prevención; sin prepotencias, ni maltratos”, enfatiza.
Esas virtudes son valoradas por sus compañeros, quienes patentizaron su satisfacción con abrazos, apretones de manos y la felicitación reiterada a este joven licenciado en Derecho, que hace tres años sortea con inteligencia los obstáculos de su exigente responsabilidad y ha ganado un espacio en el corazón colectivo.
Y en el proceso eleccionario quedó claro que cualidades como esas son patrimonio de los 52 jóvenes del centro, de los cuales 17 militan en las filas de la UJC y comparten con Daymel el objetivo de producir alimentos para la población.