Rugen los hierros dentro de la estructura ya insigne del central Uruguay, ubicado en Jatibonico. Pero, esta vez el tintineo de las maquinarias no responde al procesamiento de caña, sino a las reparaciones pertinentes para disminuir el tiempo perdido industrial en la venidera contienda.
Las labores iniciadas el pasado mes de junio en el mencionado ingenio implican trabajos de envergadura en los basculadores, los centros de recepción de la gramínea, el área energética y el molino; e igualmente se prevé mejorar la imagen y el alumbrado del coloso jatiboniquense.
Jorge Hernández Fernández, director de las Plantas Industriales en la Empresa Azucarera de Sancti Spíritus declaró a la prensa que: “El montaje de un vaso evaporador en la parte de fabricación deviene práctica esencial durante esta etapa, sin embargo, el reemplazo de los tubos de acero por tubería de poliprotileno en el enfriadero constituye un avance mucho más esperado, pues desde hace 15 años no se ejecutaba tal inversión”.
Asimismo, el directivo aclaró que, por decisión comediada, el período de reparaciones iniciaría con la previa certificación del cumplimiento de la Norma 52 referente a la regulación de los pasos de desarme, limpieza, defectación y conservación; al tiempo que delimitaron como estrategia la intensificación en las acciones del central Melanio Hernández de Tuinucú debido las fallas sufridas en la pasada campaña azucarera.
“El plan de reparaciones diseñado para el Melanio Hernández es el mayor aplicado en el último quinquenio. Pretendemos abarcar todas las áreas de la instalación y los centros receptores de caña, además destinamos un presupuesto para el montaje de centrífugas altamente tecnológicas cuyas capacidades permitirán la asimilación total del azúcar producida en Tuinucú. Del éxito de esta etapa dependerán también los logros en la zafra por venir”, concluyó Jorge Hernández.