–Sí.
–¿Seguro? Bueno, entonces sabes dónde está ubicada la otrora Plaza de Armas y has ido al Potrero de Jimaguayú, lugar donde murió Ignacio Agramonte.
–No– respondió sin penas ni glorias.
Este diálogo lo sostuve con uno de esos jóvenes que frecuentan las calles más transitadas por la población agramontina hace unos días. Pena, fue el primer sentimiento que percibí cuando conversaba con él. ¿Cómo es posible que un cubano de estos tiempos no conozca la ciudad donde vive?
Pues sí, aún existen, pero para contrarrestar esa situación, se alzan programas como el de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC) que realiza durante el verano recorridos para el público, principalmente por la zona declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La historia de una ciudad que se acerca a sus 500 años de fundación es contada y vivida a través de estas visitas guiadas que incluyen dos rutas principales, por un total de 11 áreas que muestran la vida citadina más allá de los adoquines y tinajones.
Los interesados disfrutan los miércoles de una gira en guagua por el parque Agramonte, antigua Plaza de Armas fundada allá por 1528, la Plaza del Carmen, la Catedral Metropolitana, el museo de la casa natal de Carlos J. Finlay y el Potrero de Jimaguayú, lugar donde murió el Mayor General Ignacio Agramonte.
En cambio, los jueves, mediante una caminata, los camagüeyanos podrán conocer además, la maqueta del centro histórico urbano de la ciudad, la plaza de los Trabajadores, que por estas fechas es remozada para la celebración del aniversario 500 de fundación de la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, hoy Camagüey.
Los adultos con un precio de tres pesos y los menores por un peso podrán insertarse en este programa y adentrarse en esos valores antaños de una ciudad que traspasa las barreras del tiempo y se atempera con la modernidad.
