Como ya es tradicional, con el comienzo de agosto la ciudad de Guantánamo volvió a llenarse de poesía, pinturas, textos inteligentes y debates teóricos, sobre la necesidad de defender lo mejor de nuestra música, durante la realización de la edición 37 de la Jornada de la Canción Política, el más antiguo de los eventos trovadorescos que se realizan en el país.
La Jornada surgió por iniciativa del músico local Lorenzo Cisneros (Topete) quien junto a un grupo de amigos decidieron rendir tributo a los mártires locales de la Revolución, a través de la canción comprometida.
Para la realización de este evento homenaje se escogió el 4 de agosto, pues en igual fecha, pero de 1957, perdieron sus vidas los revolucionarios Fabio Rosell del Rio, Gustavo Fraga Jacomino, Enrique Rodríguez, Jesús Martín Leyva y Abelardo Cuza Navarro, mientras preparaban bombas artesanales para enfrentar a la tiranía de Batista, tras la muerte en Santiago de Cuba de Frank País García.
Auspiciada por la Asociación Hermanos Saíz, la dirección de Cultura y la Unión de Jóvenes Comunistas en Guantánamo, la jornada contó nuevamente este año con trovadores de varias provincias del país y tuvo como atractivo principal cuatro actuaciones de la cantautora Liuba María Hevia y su grupo.
Liuba, con 30 años de vida artística y variada discografía, complació en Guantánamo, tanto a chicos y chicas, con su Estela, el granito de canela, como a un público adulto seguidor de su obra que la ovacionó en el teatro Guaso de la capital provincial, en aquel antológico tema: Si me falta tu sonrisa.
Como es tradicional también en esta 37 edición de la 4 de Agosto hubo exposiciones de artes plásticas, lanzamientos de libros y presentaciones de los juglares en varios lugares de Guantánamo como la casa del Joven Creador, en centros asistenciales de Salud y en las unidades de la insigne Brigada de la Frontera, Orden Antonio Maceo.
En la noche del tres de agosto la AHS organiza un concierto homenaje, en el mismo sitio donde ocurriera el fatídico accidente, en 1957, y en la mañana del cuatro trovadores, combatientes de la Revolución cubana, jóvenes y pueblo en general, protagonizan la tradicional peregrinación en homenaje a los caídos.