Nada fuera de lo común sucedió en este primer fin de semana del Torneo Nacional de Ascenso del baloncesto masculino (TNA) en Cuba. Los de siempre, los favoritos, ganaron sin objeciones, dejando bien claro que esta no será una película diferente a las anteriores.
El evento estará dividido en tres grupos clasificatorios que otorgan dos boletos a los punteros de cada llave, y los acompañarán a la Liga Superior de Baloncesto (LSB) los dos mejores terceros lugares. Así se completaría el grupo de ocho equipos que animarán el máximo evento del basket cubano.
Es muy pronto para saber la forma en que llegan los conjuntos, máxime porque Mayabeque no es rival para los Capitalinos, ni Cienfuegos lo es para Ciego de Ávila. Sin embargo, nada apunta a las sorpresas, sino más bien a una reedición.
Los resultados de este primer fin de semana no dejan espacio a las dudas. En el Occidente, Capitalinos y Matanzas se erigen como favoritos, mientras en la Zona Central avileños y camagüeyanos no deben tener problemas; en el Oriente me inclino por Santiago de Cuba y Guantánamo —la tradición pesa—. En tanto, para optar por los terceros lugares que serán invitados a la fiesta grande, Pinar del Río y Villa Clara las tienen todas para llevarse los boletos.
Los Capitalinos, con un equipo renovado en buena medida pasearon su entrenamiento de viernes y sábado ante los advenedizos mayabequenses con victorias de 99-40 y 96-43. Matanzas tampoco tuvo inconvenientes para despachar a los artemiseños en par de ocasiones con pizarras de 73-69 y 84-70; y los pinareños tuvieron que conformarse con la división de honores ante Metropolitanos.
En el centro, las dos subseries fueron barridas. Los agramontinos no encontraron resistencia en Sancti Spíritus y los doblegaron 80-52 y 72-59, mientras los campeones avileños disponían de Cienfuegos por 95-46 y 63-39.
La realidad es simple, no sabremos a ciencia cierta a qué nivel están los mejores equipos del patio hasta tanto no comience la Liga y se vean las caras rivales de probada calidad. Sirva entonces el Torneo de Ascenso para probar figuras noveles, tejer estrategias, conocer las limitaciones y fortalezas de los recién llegado a la “élite” del baloncesto cubano. Pero no aspiremos a mucho más.
El solo hecho de que el TNA regrese es motivo de júbilo; un evento más que necesario, imprescindible si se quiere —o se sueña— con rescatar el deporte de los aros en la Isla. No pidamos peras al olmo. El TNA servirá de entrenamiento a los más fuertes, para el resto será una experiencia en las aspiraciones de clasificar, solo eso.