En dos centros de trabajo, únicos de su tipo en la provincia de Ciego de Ávila, el 100 % de los participantes en las asambleas de sus respectivas secciones sindicales, votaron a favor de la necesidad de modificar el Código de Trabajo, puesto en vigor en Cuba el 26 de julio de 1985.
Durante las recientes discusiones del Anteproyecto de Ley, hubo criterios coincidentes en modificar un acápite del artículo 30, que expresa: “Al término de la relación de trabajo se hace entrega del expediente para su custodia por el trabajador o sus familiares, según corresponda”.
Manuel Rojas, obrero de la fábrica de hidrato de cal, perteneciente a la Empresa de Servicios Técnicos Industriales (ZETI), expresó: “Considero esencial que el expediente laboral siga bajo la custodia de la administración”.
Hubo consenso también sobre dicha modificación en la planta productora de levadura torula Alfredo Roberto Pérez González, por tratarse de un asunto complejo que requiere de mucho tacto en su tramitación.
Desde el año 2005, amparados por la resolución 8, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, “los trámites para la baja del trabajador de cualquier categoría ocupacional corren a cargo del jefe de la entidad de procedencia, quien tiene la responsabilidad de remitir directamente su expediente laboral y la hoja resumen del mismo, a la administración de aquella que pretende contratarlo…”, destaca el documento.
Tal procedimiento institucional no ha sido totalmente eficaz. Hay ejemplos de personas consagradas toda la vida a un solo sector, y la etapa próxima a la jubilación se le ha convertido en un dilema con la pérdida, en el centro de trabajo, del documento contentivo de su historia laboral.
Sin embargo, los puntos de vista en ambas industrias avileñas, tienen lógica. “No todos los obreros gozan de un alto sentido de la responsabilidad para preservar su propio documento de identidad laboral, algunos causan baja y no se reincorporan al empleo de inmediato, corriendo el riesgo de extraviarse”, opinó Arelis Romero Segismundo, especialista de calidad en la ZETI.
“Aunque haya que hacer un papel más, propongo se le entregue el expediente al trabajador cuando este sea portador de un carta de aceptación de la entidad que lo empleará”, sugirió Arelis.
Alrededor del eje central de las reuniones, giraron otras preocupaciones e interrogantes que se recogieron en las actas: Cuando la administración necesite que un trabajador labore en su etapa de descanso, y se le presente un accidente, cómo será el pago. ¿Qué tipo de tratamiento tendrán los jóvenes de la enseñanza Técnica y Profesional que no son asignados a una entidad una vez graduados?
