Los manifestantes denuncian que mientras la industria de la comida rápida está en auge y obtiene ganancias de hasta 200 mil millones de dólares al año, ellos se mantienen con sueldos bajos que no les alcanza para vivir.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió elevar el salario durante su segundo mandato pero el Congreso aun no aprobó esa medida.
A la huelga se sumaron los trabajadores de tiendas pertenecientes a las marcas Victoria’s Secret, Macy’s y Sears. El paro cuenta con el apoyo de organizaciones gremiales, grupos eclesiásticos y de la Unión Internacional de los Empleados del Servicio.
Según noticieros estadounidenses, muchas de las demostraciones tienen el estilo del movimiento Occupy, campaña realizada en el 2011 por el fin de las desigualdades socioeconómicas, el poder de las corporaciones y de los bancos. | Redacción Internacional-con información de PL/La Radio del Sur