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Santiago de Cuba está de cumpleaños

Santiago de Cuba está de cumpleaños
Santiago de Cuba está de cumpleaños

Un 25 de julio, 498 años atrás, esta tierra tuvo su primer minuto de gloria.

El momento fundacional de la Villa de Santiago de Cuba marcó uno a uno, desde entonces y hasta la actualidad, sucesos que condicionaron el legítimo y bien ganado derecho a estar titulada como Muy Noble y Muy Leal, como Rebelde Ayer, Hospitalaria Hoy y Heroica Siempre, como Héroe de la República de Cuba y poseedora de la Orden Antonio Maceo.

El nombre mismo dado a la Villa aquel 25 de julio de 1515, signó desde entonces su espíritu: Santiago, como el Apóstol que espada en ristre cabalga firme y seguro;  de Cuba, como el Archipiélago madre, indomable y libre en medio del Mar Caribe.

A todo ello unió características geográficas muy propias con lomas que obligan siempre a subir, a ascender, y juntó, a una y otra razas: aborígenes, españoles, africanos, franceses, haitianos, chinos y árabes, quienes a la postre, mezclados, dieron vida al santiaguero y la santiaguera, justamente el complemento que necesitaba la ciudad para ser más grande cada día.

La historia que lo confirma, la del cimarrón, la del mambí, la de las huelgas y las protestas obreras, la de la lucha armada contra el tirano, la de la victoria.

Santiago de Cuba llega a este cumpleaños sumando a su vetustez aires de renovación, los cuales aportan tonos nuevos a su reconocida belleza arquitectónica.

Un rostro más bello y un espíritu enardecido son atributos de la ciudad en este cumpleaños de la fundación de la Villa víspera del aniversario 60 del asalto al cuartel Moncada y Día de la Rebeldía Nacional.

Santiago de Cuba en sus 498 años sigue preservando lo culto y estimulando lo popular, continúa alcanzando lo posible y proponiéndose lo que parece imposible, dándose solidaria al mundo y agradeciendo gestos similares para con ella, y muy especialmente, permanece fiel a su legado.

De todas y todos los que la habitan es este onomástico, pues bien sea pública o anónimamente, han puesto manos y corazón a favor de la ciudad.

Y como todo cumpleaños obliga a pensar en el futuro, ya andan los lugareños proponiéndose nuevas metas, renovando sus aspiraciones martianas de intentar lo grande, y refrendando, inconmovibles, la voluntad de que Santiago sigua siendo Santiago.

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