Un monto de 1 700 000 pesos, por evasiones fiscales, ha sido detectado hasta ahora durante el proceso emprendido por las Oficinas de la Administración Tributaria (ONAT) de todos los municipios espirituanos para fiscalizar a los trabajadores del sector no estatal, quienes “supuestamente” dieron a conocer la suma real de sus ingresos en la Campaña de Declaración Jurada ultimada en el mes de abril.
Aunque solo el 1 por ciento de estas personas naturales dejaron de presentar la mencionada declaración, resultan notables las incongruencias entre las ganancias existentes y las cifras manifestadas ante la ONAT, de ahí que de los 613 depositarios comprobados, 553 eludieron su deber de pagar una suma coherente con los dividendos obtenidos en su quehacer diario.
Transportistas, arrendadores de viviendas y vendedores de alimentos estuvieron sujetos a verificación en la primera etapa del proceso, sin embargo se extenderá gradualmente hacia todas las personas naturales, devenidas contribuyentes, por el hecho de que las deudas con el fisco pueden descubrirse pasados hasta cinco años de presentada la Declaración Jurada.
A pesar de la falsedad y el embuste de quienes evadieron los impuestos que le correspondían, las medidas aplicadas no se circunscriben a una total inflexibilidad si tenemos en cuenta que se pueden rebajar el monto de las cifras propuestas en las sanciones hasta en un 20 por ciento, dado el caso de que el cumplimiento de las obligaciones tributarias ha sido constante por parte del individuo.
“Las sanciones establecidas oscilan entre 250 y 10 000 pesos, pero por el momento a los cocheros y a las actividades de alimentos de menos complejidad solo le estamos imponiendo 500 pesos. Para el resto de los contribuyentes, si la subdeclaración no rebasó los 20 000 pesos, tienen que pagar 750; si la evasión osciló entre 20 000 y 50 000, se le impone la entrega de 1 250; y si esquivaron el pago de más de 50 000, deberán abonar 2 500 pesos”, afirmó a la prensa Héctor Hernández, subdirector de la ONAT en Sancti Spíritus.