Joel García, enviado especial
Omaha, Nebraska.- El lanzador Freddy Asiel Álvarez y el entrenador José Ramón Riscart coincidieron tras el segundo partido del tope Cuba-Estados Unidos, que lo mejor de las dos primeras jornadas de estos enfrentamientos ha sido el pitcheo de ambas escuadras, aunque el triunfo le haya sonreído las dos veces a los norteños.
En la primera salida de Freddy Asiel, el también elegido jugador más valioso de los pasados play off estuvo intransitable con nueve ponches, tres boletos y cinco hits permitidos, al tiempo que permitía dos carreras, una de ellas sucia por error del camarero José Miguel Fernández.
“Me sentía bien porque se me permitió lanzarle a este equipo de nuevo (lo hice en el 2012) y las cosas me salieron bien, a pesar de que no obtuvimos la victoria”, comentó el joven de 24 años, quien llevó esta temporada al título del béisbol cubano a su provincia Villa Clara.
“No me sentía ninguna molestia de la pasada Serie Nacional como dijeron algunos, solo que estuve tres días con fiebre y se me quitó ayer, por eso no tiré el primer día y cuando me dieron la tarea para este segundo dia, dije: adelante”, comentó el que muchos consideran el mejor serpentinero cubano de la actualidad.
Interrogado sobre cómo es posible mantener una forma deportiva tan buena por un período de tiempo tan prolongado, Freddy Asiel explicó que para lanzar todo el año con un rendimiento tan alto lo primero que hay que hacer es prepararse físicamente bien y a mi me gusta entrenar.
Un aspecto que ha llamado también la atención en este tope es la relación con receptores muy nuevos dentro de la selección nacional como Lorenzo Quintana y Lázaro Herrera. “La comunicación con ellos es buena, pero los wild pitch son cosas que pasan en un juego de pelota y no se pueden evitar. Es cierto que son de otras provincias y no estás acostumbrado como quienes te reciben todo el año, pero ellos dos son de los mejores que hay en Cuba”.
Finalmente, el derecho villaclareño valoró que este equipo de universitario es bueno, con bateadores y lanzadores que pronto llegarán a Grandes Ligas. “Ha sido muy bien conformado, pero nosotros vamos a salir a ganar en los tres partidos que restan. Si tengo que salir en el quinto juego, saldré”, acotó.
El actual preparador de los serpentineros, el otrora estelar José Ramón Riscart, coincidió con mucho de lo dicho por su pupilo, y adelantó que Norge Luis Ruiz será el abridor del tercer desafío, un muchacho que fue elegido el novato del año y reúne todos los elementos para imponerse en nuestro béisbol.
“Nuestro pitcheo ha cumplido, con buena velocidad y tan solo permitiendo dos carreras el primer día y tres hoy, aunque solo dos limpias. Pero si no hacemos carreras en el tie break no se puede ganar”, argumentó.
Al pedírsele también una valoración del cuerpo de lanzadores estadounidenses, en el que parece centrarse la mayor cantidad de miradas de especialistas y scouts, Riscart reconoció que es difícil de batear por su control e inteligencia, pero rechazó que nuestra selección no pueda imponerse en los próximos encuentros.
El título de este reporte queda claro entonces que no es cierto. El arma secreta para ganar el tope no es nuestro pitcheo, sino la posibilidad de conectarle, de batearle a estos bisoños peloteros, con más de 450 partidos en su carrera deportiva, a pesar de que ninguno rebasa los 21 años.