Otro espacio de Santiago de Cuba dará cobija al espíritu noble y osado de Abel Benigno Santamaría Cuadrado, ser especial del que todavía hoy queda mucho por decir y tantísimo más que aprender de él.
En el hotel Rex, ubicado en el céntrico entorno de la Plaza de Marte, a unas tres cuadras del Moncada, se recupera la pieza que ocupara Abel en las jornadas previas al asalto a la fortaleza militar.
La instalación, sometida por estos días a una reconstrucción capital que la dorará de mayor confort, preservará como sitio de homenaje permanente a la acción armada del 26 de Julio, y en particular a Abel Santamaría, la habitación que ocupara el hombre a quien Fidel llamó el alma del Movimiento.
“La idea es que a la par que se reanime el servicio del centro se le incorpore un producto con toda la historia que lleva implícita y la importancia que tiene para Santiago de Cuba”, aseguró Marisol Rodríguez Correa, delegada del Ministerio de Turismo en esta suroriental provincia.
“De conjunto con la Oficina del Conservador de la Ciudad y los museos 26 de Julio, Abel Santamaría y Granjita Siboney trabajamos para que la habitación 36 exhiba el mobiliario de la época, fotografías de los mártires que se quedaron en el Rex, fotocopias de las hojas de alojamiento, y de la factura de consumo del último almuerzo que compartieron antes de partir al asalto, entre otras piezas.
“Del mismo modo, precisó Rodríguez Correa, se identificarán con sendas placa las habitaciones 37, 38, 39, 40 y 41, ocupadas por los moncadistas víspera de la Mañana de la Santa Ana.”
Con la gestión del santiaguero Renato Guitar Rosell, quien realizó la reservación, el Rex fue el sitio que el joven Abel utilizó como lugar de hospedaje, pernoctando allí por primera vez el nueve julio, y por segunda ocasión a partir del día 16.
Otros jóvenes de la Generación del Centenario como Boris Luis Santa Coloma, Jesús Montané, Manuel Saíz, José Wilfredo Matheu, Horacio Matheu Gabriel Gil, Vicente Chávez Fernández, Ulises Sarmiento y Manuel Suardíaz, estuvieron en el hotel santiaguero, que a 60 años de la epopeya rescata un pedazo de la historia que marcó para siempre.