Si Miguel de Cervantes conociera el lugar se sentaría a la mesa y acompañaría a los que allí asisten a degustar los manjares, como él mismo diría en buen español. Aseguró también que su personaje, el aventurero de La Mancha, agasajaría allí a Dulcinea del Toboso y no únicamente porque lleve su nombre.
Quijote Buffet, un centro gastronómico de trabajadores no estatales de Villa Clara, ubicado en la periferia de la ciudad capital, goza de prestigio, calidad y buen gusto, pero además los miembros de este colectivo se integraron al sindicato de Hotelería y Turismo de la provincia.
El restaurante surgió por la garra de los que se aventuran, de ahí la escultura del caballero de la triste figura que da la bienvenida al visitante.
Todos sus trabajadores habían quedado disponibles o no tenían por alguna razón vínculo laboral, entonces decidieron aglutinarse junto a Yusimí Pérez Ruiz, antigua trabajadora gastronómica.
“Esta es una idea que tiene un atractivo singular, porque el cliente puede servirse, observar el menú, su textura, su olor y se hace a partir de recetas criollas y condimentos naturales”, comentó Yusimí.
Desde abril crearon la sección sindical con el propósito de participar en el desfile por el Día Internacional de los Trabajadores y aportar ideas al debate del XX Congreso de la CTC, explicó Osvaldo Rodríguez, secretario general de la organización de base.
“Con el sindicato nos organizamos, sabemos que no estamos aislados sino apoyados. También aportamos en la cotización, a la defensa de la patria, a los niños enfermos, esas tareas nos hacen más humanos, hemos discutido además aspectos como el pago al fisco, la fuerza de trabajo, que son de vital importancia”, afirmó.
Yusimí aclaró que este sui generis restaurante tiene un engranaje. “Una mesa buffet no puede funcionar sin variedad de carnes, pastas, frutas, helados, dulces criollos y finos, diversos tipos de arroz, ensaladas. Muchos de estos productos los suministran otros cuentapropistas, y precisa que han establecido un día en el mes para la técnica y así darle mantenimiento al local, la lencería y al equipamiento.
“Funcionamos como un centro de trabajo más que ha de tener eficiencia, ser creativos, brindar el mejor servicio, contar con una clientela estable”, señaló.
Los integrantes de Quijote Buffet sumaron a su vez a otros trabajadores no estatales que ejercen la misma función para integrar la sección sindical que está compuesta por 21 miembros.
Con el nombre de uno de los más singulares personajes de la literatura universal se han agrupado y sumado a la organización de los trabajadores, para apoyar la actualización del modelo económico cubano.