Tras 17 días de protestas de casi 16 mil agricultores, por los más de 70 años de abandono estatal, el Gobierno colombiano accedió a instalar una mesa de diálogo con los campesinos del Catatumbo, en la que se intentará llegar a un acuerdo en temas como, la declaración de una Zona de Reserva Campesina, la explotación minera, los subsidios para mitigar la crisis alimentaria, el acceso a la salud, la pavimentación de las vías y la erradicación gradual de cultivos ilícitos mediante proyectos sostenibles para el departamento del Norte de Santander, según medios locales.
Las protestas que comenzaron en Tibú de manera pacífica, han sido reprimidas con un saldo de cuatro campesinos muertos, más de 30 heridos y detenidos. Miles de colombianos y organizaciones internacionales expresaron su indignación por las acciones del ejército y la policía. Los lugareños han recibido el apoyo de movimientos sindicales de Gran Bretaña, Irlanda y otras partes del mundo.