Esa colaboración y el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) favorecieron que más de 60 cooperativas agropecuarias del territorio aplicaran el riego localizado y el cultivo protegido o produjeran biopreparados.
También varias de las entidades -cuyos miembros pertenecen a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP)- emplean como fuentes alternativas de energía el biogás, los paneles fotovoltaicos y los molinos de viento.
Con el desarrollo de estos proyectos en la demarcación espirituana, se repararon 27 tractores y 10 camiones, y se instalaron siete estaciones de bombeo, que favorecieron a 406 hectáreas de cultivos varios.
Desde finales de 1996 hasta mayo último, en este territorio se han ejecutado 19 proyectos de ONG internacionales -con un aporte de un millón 200 mil pesos convertibles-, además de otros cuatro con ayuda del CITMA, que superan los dos millones 600 mil pesos en moneda nacional.
Tomás Pérez Gaspar, funcionario de la ANAP en Sancti Spíritus, dijo a la AIN que el primer programa de este tipo que favoreció a la provincia fue a raíz del huracán Lili en 1996, proyecto mediante el cual se edificaron 42 viviendas de campesinos en el municipio de Trinidad.
Agregó que entre las organizaciones que han brindado su solidaridad se encuentran la Fundación para el Desarrollo Sostenido, de España; la OXFAM, en Bélgica, y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Irma Clemente, directiva de la Cooperativa de Producción Agropecuaria Ángel Montejo, dijo que esta fue objeto de un programa financiado por la Asociación Canaria de Cooperación Solidaridad Internacional, que permitió beneficiar casi 40 hectáreas con sistemas de riego.
El apoyo de las ONG al sector campesino de Cuba se inició en la década de los años 90 del pasado siglo, cuando desapareció el campo socialista y Estados Unidos arreció el bloqueo contra la Isla.
Tomado de la AIN
