“Los colectivos realizan labores en lugares cercanos a sus centros bajo el principio de emplearse en las faenas constructivas más urgentes”, precisó a Trabajadores, María de los Ángeles Cordero Tamayo, secretaria general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en este suroriental territorio, organización que cuenta con más de 200 mil afiliados.
“El interés no está puesto en la masividad sino en la utilidad de las tareas que se cumplen, de ahí el principio de movilizar solo al número de trabajadores necesarios, siempre con un cuadro sindical al frente para que el ejemplo parta de casa.
“Los afiliados a los distintos sindicatos se vinculan a 72 obras, precisó Cordero Tamayo, y aunque el mayor número de ellas se concentra en el municipio de Santiago de Cuba, también se materializan aportes voluntarios en los demás territorios”.
El edificación de la galería Arte soy, ubicada en el entorno patrimonial del Moncada, el remozamiento del parque-museo Abel Santamaría, la reparación capital del anfiteatro Mariana Grajales, las mejoras en la Plaza de la Revolución y en el cementerio Santa Ifigenia, la reanimación urbanística de la avenida de los libertadores, así como la construcción de viviendas son espacios en los que mayor horas de trabajo voluntario se aportan.