Fernando González Llort, uno de los cinco luchadores cubanos contra el terrorismo juzgados y condenados en Estados Unidos, expresó sentirse feliz porque René González, «uno de sus hermanos, ya esté en la patria».
Cualquiera de nosotros cinco que estuviese allí haría lo mismo: no descansar hasta que todos estemos de regreso, dijo en breve conversación con Prensa Latina durante unos minutos cedidos de una comunicación telefónica por su esposa, Rosa Aurora Freijanes.
El Héroe de la República de Cuba, título que ostentan Los Cinco desde diciembre de 2001, señaló que se siente doblemente satisfecho porque sea «René quien esté allá», pues conoce de su capacidad, de su inteligencia para generar ideas y «todo lo pondrá en función de la lucha por nuestro regreso».
González Llort, graduado con título de Oro en Relaciones Internacionales, fue sentenciado en 2001 junto a Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y René González, por cargos y delitos no cometidos, pese a que en el juicio que se les celebró en la ciudad de Miami ellos demostraron que no atentaron contra la seguridad de Estados Unidos.
Su pena inicial fue de 19 años, que se redujo a 17 años y nueve meses en prisión tras el proceso de resentencia al que fueron sometidos solo él, Labañino y Guerrero en 2009.
En su saludo quiso dejar constancia de la importancia que tiene el trabajo de la prensa para que se conozca la verdad de este caso y dijo encontrarse bien de salud, «yo me cuido», subrayó.
«Gracias, gracias por todo», expresó González, quien se despidió con un «sigan firmes ahí, que nosotros estamos firmes».
Fernando González fue arrestado junto a sus compañeros el 12 de septiembre de 1998 durante una operación del Buró Federal de Investigaciones en Miami, cuando tenía entonces 35 años. Para febrero de 2014 cumple su condena y saldrá de la prisión. A mediados de 2012 fue trasladado de la penitenciaría de Terre Haute, en Indiana, a otra en el estado de Arizona.
René González llegó a Cuba procedente de Estados Unidos el 22 de abril con un permiso para asistir a las honras en memorias de su padre fallecido días antes.
Posteriormente, el 3 de mayo, una jueza del distrito sur de la Florida accedió a modificarle las condiciones de su libertad supervisada (que cumplía desde 2011 cuando salió de la cárcel) permitiéndole permanecer en la isla junto a su familia, a cambio de la renuncia a su ciudadanía estadounidense, cuyo certificado recibió por parte de las autoridades de aquel país el 9 de mayo.
(Tomado de Prensa Latina)