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Por la paz, el pan y las rosas

Monumento a los eposos Rosemberg. Lugar. Zapata y Paseo, Ciudad de La Habana. Fecha.15, 6, 2008 Fotógrafo. Joaquín Hernández MenaHace 60 años, en los Estados Unidos de América se cometió uno de los crímenes más abominables de la historia: la ejecución de los esposos Rosenberg. Tras un proceso judicial cruel y amañado en que la manipulación de la verdad y el odio visceral hacia el campo socialista prevalecieron por encima de toda razón, el 19 de junio de 1953 Julius y Ethel fueron ejecutados en la silla eléctrica.

Como desagravio ante la barbarie que segó la vida de esta pareja, símbolo del amor, la paz  y la esperanza, desde hace 30 años, en cada aniversario las sentidas palabras de un orador y una corona de flores los recuerdan ante el monumento a su memoria que el desaparecido escultor José Delarra levantó en la intersección de las calles Zapata y Paseo de la Capital cubana en 1983.

En este junio tampoco falto el homenaje. Una representación del Movimiento Cubano por la Paz, encabezada por su presidente, Silvio Platero, a la que se sumaron directivos del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, puso a los pies de la escultura de los Rosenberg el amor y el reconocimiento que merecen.

El intelectual Manuel E. Yepe, integrante del Movimiento Cubano por la Paz, expresó: “Julius y Ethel son héroes de la humanidad y siempre deben ser recordados como tales y condenados sus asesinos.

“Los cubanos,  que hemos sufrido la terrible injusticia de tener cinco hermanos injustamente condenados en Estados unidos por su contribución a la lucha de los pueblos contra el terrorismo, rendimos hoy tributo agradecido de recordación a esta pareja a los 60 años de su asesinato por las mismas fuerzas y las mismas ideas que son responsables del martirio de Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René”.

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