La guerrilla turca amenazó con retomar las armas si persiste el freno al proceso de paz. Un asunto imprescindible es la liberación de políticos turcos encarcelados, declaró el dirigente militar del ilegalizado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Murat Karayilan. Unos dos mil insurgentes kurdos iniciaron en mayo último su retirada paulatina del sureste turco hacia zonas del norte de Iraq, donde concentran sus bases de operaciones, recuerda la prensa local. Las negociaciones de paz entre el Gobierno y el PKK, coincidieron con manifestaciones antigubernamentales durante las últimas tres semanas y huelgas organizadas por al menos dos centrales sindicales en contra de la violencia policial en la ciudad de Estambul.
