Este es solo uno de los resultados que justifican el júbilo con el que festejan su Día, pues otras realizaciones prácticas en favor del medio ambiente y de la economía nacional son tangibles en apartados parajes de la geografía local, según reconocieron autoridades y especialistas del sector en el acto por la efemérides.
El desempeño de los colectivos laborales en el transcurso del año 2012 incluye, también, el fomento de más de 940 hectáreas de bosques, la reconstrucción de una cifra superior a las 200 hectáreas de estos degradados y la realización de tratamientos silvícolas para el mejoramiento de los naturales y artificiales que crecen en 3 mil 448 hectáreas.
Las acciones no descuidaron las plantaciones en tránsito ni las trochas cortafuegos ni otras atenciones que tributan al objetivo de continuar incrementando el patrimonio boscoso de uno de los territorios más deforestados de Cuba que hacen sostenibles las producciones de carbón, madera rolliza, leña combustible y de otros recursos como pallets y envases de productos agropecuarios, de mucha demanda en el mercado local, nacional e internacional.
Todos esos indicadores fueron sobrecumplidos en ese calendario en los primeros cinco meses de este año, los cuales contribuyeron a la salud financiera de la entidad estatal y al mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo en los más remotos escenarios que puedan imaginar.
El acto, efectuado en la unidad empresarial Jesús Menéndez, en el municipio homónimo del norte tunero, la de mejores resultados entre sus similares de la provincia, hombres y mujeres con más de 20 años en esos quehaceres recibieron la medalla Álvaro Barba Machado, que otorga el Sindicato Nacional de los Trabajadores Agropecuarios y Forestales; y, la Asociación Cubana de Técnicos Agropecuarios y Forestales (ACTAF) entregó el Premio Por la Obra de la Vida y a títulos individuales y colectivos el Sello Agroecológico.
También se reconocieron a los municipios de Jesús Menéndez, Jobabo y Puerto Padre, los más destacados en ese orden.
El Día del Trabajador Forestal es celebrado en Cuba desde 1975, instituido el 21 de junio porque coincide con el primer día del verano e inicio del período lluvioso, el óptimo para asegurar la supervivencia de las plantaciones de árboles.