La dirección provincial de Servicios Comunales en La Habana envió a Buzón abierto su respuesta a la carta publicada el pasado 15 de abril y remitida por Fredy Ricardo Ocaña Casignia, residente en el municipio capitalino de Marianao, acerca de las molestias ocasionadas por el humo proveniente del vertedero de la calle 100, su impacto en la salud humana y en el medio ambiente.
Según expone José Carlos Batista, director de la referida entidad, en ese lugar se originan pequeños incendios de manera espontánea en diferentes áreas, propiciadas por la autocombustión de los gases debido a la descomposición de la materia orgánica “y solo se sofocan con el acarreo, compactación y tapado con tierra de los desechos”.
Señala el funcionario que teniendo en cuenta las consecuencias que originan estos eventos para la población, se realizaron los análisis correspondientes y fueron adoptadas las medidas disciplinarias con los responsables, se elaboró un plan de medidas emergente encaminado a realizar un conjunto de acciones internas, entre las que se encuentran la clasificación y reordenamiento de los lugares para el vertimiento de los desechos sólidos.
Menciona, además, “la excavación de trincheras para que los desechos no queden expuestos al nivel de terreno, tratar todo el entorno del talud colindante con la ciclovía que bordea la Cujae a una distancia de un kilómetro, hacer recorridos de exploración que permitan detectar los incendios y eliminarlos inmediatamente, y la permanencia de un cuadro de guardia todo el día para activar el plan de aviso que permita impedir la propagación de las llamas”.
La entidad provincial cataloga como “un peligro potencial aún no resuelto, la existencia de personas indisciplinadas e inescrupulosas que violan los límites de seguridad del vertedero en el horario nocturno y ocasionan incendios”.
Plantea, además, que “ha faltado rigor y sistematicidad por la unidad provincial de Higiene en la convocatoria de los factores relacionados con el enfrentamiento de estas indisciplinas”.
Tras lamentar la ocurrencia de tales hechos, subraya por último: “Nuestro compromiso está dirigido a elevar el rigor en la calidad del tratamiento de los residuos para hacerlo como corresponde y minimizar las afectaciones en sentido general hasta tanto se determine el cierre del vertedero”.