La realización de las conferencias municipales de la CTC, como parte del proceso previo al XX Congreso, entró en la recta final. De acuerdo con la última información ofrecida al respecto, se habían efectuado 150 de las 168 concebidas.
Lo más significativo en estas ha sido el debate franco y abierto de los problemas que persisten en el funcionamiento de la organización sindical y la delimitación de los objetivos principales para enrumbar la labor por un sendero adecuado y que propicie un mayor protagonismo de los trabajadores, sobre todo en el perfeccionamiento del modelo económico y la implementación de los Lineamientos.
La profunda mirada por dentro acaecida en cada una de las conferencias efectuadas, las cuales a su vez han estado precedidas de los balances en los burós y secciones sindicales en la base, ha posibilitado reconocer que aún le falta fortaleza al accionar sindical para representar debidamente a los afiliados ante las direcciones administrativas. En ese sentido resulta preciso capacitar y preparar a los dirigentes, sobre todo los de los centros laborales.
No pocos inconvenientes fueron expuestos, con el propósito de evaluarlos y tratar de resolverlos. Entre ellos están la inadecuada aplicación en muchos lugares de los sistemas de pago, la ausencia de estudios de organización del trabajo, la casi nula utilización del convenio colectivo, la demora en recibir el salario de acuerdo con las fechas establecidas y la no siempre atención integral a quienes laboran.
En la mayoría de esos encuentros se le ha dedicado espacio preferente a la realización de las asambleas de afiliados, eslabón esencial del funcionamiento sindical para informar, escuchar las preocupaciones, plantear los problemas, encontrar soluciones con la participación colectiva, evaluar el cumplimiento de los planes y considerar muchos otros aspectos esenciales.
Múltiples intervenciones han estado referidas a la influencia que debe ejercer el sindicato para favorecer el control interno de las entidades y la prevención de hechos delictivos, pues prima más de lo debido la falta de vigilancia obrera y la no materialización concreta de los programas para evitar que ocurran.
El renacer del trabajo no estatal también figura entre los elementos valorados en las conferencias, principalmente por la necesidad imperiosa, ante todo, de sindicalizar a los cuentapropistas para que estén organizados y representados ante las instancias que de alguna manera tienen relaciones con ellos, ya sea en el abastecimiento de materias primas, la comercialización o la fiscalización. Ha existido consenso en que la labor realizada en ese sentido dista mucho de la necesaria y de las aspiraciones de quienes forman parte de ese sector y también de la organización sindical.
Por lo general, el hecho de que trabajadores por cuenta propia aún no estén afiliados se debe, como fue planteado en una de las conferencias, a “que no le han tocado la puerta, no han llegado a ellos”, porque mayoritariamente están dispuestos a sindicalizarse, hacer vida activa y cotizar mensualmente, como lo establece el compromiso personal.
Los encuentros municipales han tenido además la virtud de propiciar la creación de una plataforma de asuntos que deben ser considerados en las conferencias provinciales y en las sesiones finales del XX Congreso, en el primer trimestre del próximo año. Lógicamente, no debe esperarse a esas fechas para “corregir el tiro”, adecuar acciones, fortalecer y avanzar.
Nada resulta más importante para el sindicato —lo reitero— que representar correctamente a sus afiliados. Quizás sea ese el tema más recurrente en los planteamientos de los delegados, porque en esencia, es la razón de ser de cualquier organización que agrupe a los trabajadores. En ese sentido, como se ha reiterado, queda mucho por hacer a fin de que aumente aún más, de manera consciente, la afiliación, definida con certeza como la tarea principal del movimiento sindical cubano.
En la conferencia correspondiente al municipio de Pinar del Río, Salvador Valdés Mesa, miembro del Buró Político del Partido y vicepresidente del Consejo de Estado, expresó: “El funcionamiento de la organización de base no puede ser formal; es para que los trabajadores vean que el sindicato es útil, necesario e imprescindible para atender todos los asuntos y que les llegue la información y la orientación de las tareas”.
Ahí está, de manera resumida, el sentido de la labor, recalcado justamente en las conferencias municipales de la CTC.