Turín.- La selección italiana se desempeñó de maravillas la noche de este viernes, en la Sala Ruffini de esta ciudad, y superó a Cuba en sets corridos de 25-20, 25-17 y 25-23, en poco más de una hora de accionar.
Los anfitriones, apoyados por una multitud cercana a los 5 mil espectadores, desarrollaron un juego alegre y sólido, marcado por la potencia del servicio (7 aces), la efectividad del ataque (58,21 %) y un ajustado bloqueo (13).
Para completar la noche de ensueño, los azurris sumaron una defensa oportuna (23 acciones), recibo excelente (56 %) y el acomodo bastante exacto del estelar Dragan Travica.
En el orden individual dependieron otra vez del opuesto Ivan Zaytsev, un joven de temeroso saque y similar potencia y efectividad en los remates. En total sumó 19 tantos, pero fue mucho más que eso, pues desequilibró en repetidas ocasiones la línea de receptores antillanos.
Del otro lado de la cancha, los cubanos registraron su actuación más endeble en lo que va de Liga, con errores infantiles y una desconcentración galopante.
Nuestro nivel de ataque se comportó positivamente (53,42 %), aunque 17 son demasiadas faltas para solo tres sets. El bloqueo anduvo perdido (3 pts. y 12 rebotes), el servicio no afectó a los receptores italianos (3 aces) y el pase estuvo muy lejos de lo necesario, con cambio de titular a medio partido incluido.
Sin embargo, lo peor fue la recepción del servicio, que apenas alcanzó el 36,92 por ciento de efectividad, pese a que Cepeda logró un 50 % digno de reconocer. Precisamente de aquí partieron los incesantes problemas del equipo cubano, necesitado también de un líder que asuma las tareas difíciles en los instantes críticos.
El partido set a set
Los anfitriones se llevaron el set inicial 25-20, apoyados en el empuje de Zaytsev, un azote con el servicio (3 aces) y muy efectivo en los contragolpes.
Los cubanos, en cambio, lucieron muy imprecisos en el recibo, lo cual impidió armar el complejo uno. Además fallaron cinco servicios, algunos de ellos sin ponerle siquiera demasiada fuerza. Cepeda atacó con calidad (4 pts), al igual Bisset (5 pts).
El segundo parcial del encuentro comenzó peor para la selección antillana, pues los receptores no se encontraban dentro de la cancha. Con el pleito adverso 4-9, el DT Orlando Samuels cambió a Fundora por Abraham Alfonso, debido a que sus problemas también se evidenciaban en el ataque y el servicio.
El cambio fructificó, pues el elenco empezó a funcionar mejor y llegó a igualar las acciones a 12 puntos. Sin embargo, regresaron los malos recibos y con ellos un accionar que no pudo superar al bloqueo y la defensa italianas, muy bien organizadas en todo momento.
Ni Bisset (1 pto) ni Cepeda (4 pts) actuaron al mismo nivel que en la apertura y las posibilidades de Cuba disminuyeron totalmente. Tampoco convenció el acomodo de Macías, demasiado predecible y sin la variabilidad requerida. La mejor variante ofensiva de los nuestros fue Mesa por el centro de la cancha.
Para el tercer set, Samuels sustituyó al pasador Macías por el capitán Lian Sem Estrada, pero las cosas no parecieron mejorar de momento. Solo después del primer tiempo técnico (4-8) comenzó a cambiar la cara del elenco, gracias a los desempeños de los centrales Fiel y Mesa en el ataque y el saque.
Co la pizarra 20-20 los errores propios volvieron a definir y el desenlace se produjo 25-23.
Sin puntos aún en la Liga…
Fue esta la tercera derrota en línea de los cubanos en la XXIV Liga Mundial de Voleibol, pues la semana pasada cayeron por 3-1 en el par de duelos ante Serbia.
Esos resultados mantienen sin punto a la escuadra caribeña, cuya próxima aparición será el domingo en Florencia, otra vez frente a los itálicos.
Ese día, posiblemente, Samuels deba presentar su tercera fórmula abridora en lo que va de lid, apelando nuevamente a Lian Sem como pasador titular, y a Abraham Alfonso en la posición de auxiliar.
Y es que el accionar del jovencito de 17 años fue lo más notorio del equipo este viernes, junto al desempeño ofensivo de Fiel e Isbel, prácticamente incapturables por los bloqueadores italianos.
Pese a la dureza del revés, toca recuperarse emotivamente y salir a hacerlo mejor el venidero domingo, en la ciudad cuna del renacimiento. Ojalá veamos algo de renacimiento, pero en el juego de los cubanos.