La selección de Serbia se impuso este viernes a la de Cuba en el inicio de la XXIV Liga Mundial de Voleibol, en un partido extendido a cuatro sets (25-17, 25-21, 21-25 y 25-20) y animado por una gran concurrencia en el muy bien climatizado coliseo de la Ciudad Deportiva habanera.
Tal y como había anunciado el DT antillano Orlando Samuels, el equipo de casa presentó en cancha al pasador Lian Sem Estrada, a los auxiliares Rolando Cepeda y Lázaro Fundora, a los centrales Danger Quintana e Isbel Mesa, al opuesto Yordan Bisset y al líbero Keibel Gutiérrez.
Por el otro lado, Igor Kolakovic colocó al acomodador Vlado Petkovic, los principales Dragan Stankovic y Marko Podrascanin, los auxiliares Nikola Kovacevic y Nemanja Petric, el cruzado Aleksandar Atanasijevic y el lìbero Nikola Rosic.
En todos los sets del encuentro se mantuvo una tónica bastante similar: ambos equipos se mostraron muy parejos en el primer segmento (puntos del 1 al 8), pero luego los visitantes sacaban la mejor parte, debido a errores de los anfitriones y a cierta falta de concentración. El tercer parcial fue la excepción, pues en ese trance los cubanos se mantuvieron por encima en todo momento.
El set inicial evidenció las dificultades cubanas en su complejo uno de juego, no sólo porque falló en ocasiones el recibo, sino porque el pasador Estrada se mostró inexacto algunas veces y demasiado predecible en otras. El servicio se perdió en cuatro oportunidades y ello afectó la continuidad del juego nacional. Los balcánicos sacaron provecho de esas situaciones con varios bloqueos y contragolpes claves, al punto de llevarse decisiva ventaja de 21-14. Los aportes de Petric y Atanasijevic (4 puntos) fueron decisivos en la victoria. Por Cuba sobresalieron en este inicio Bisset y Quintana, ambos con tres unidades.
El segundo período fue una copia al calco del primero, aunque los cubanos brindaron un poco más de resistencia. Sucede que a los problemas para armar el juego se unieron descuidos en la defensa de campo, debido a la mala ubicación de los jugadores ante ataques rivales más tácticos que fuertes. Nikola Kovacevic fue pieza clave en este desenlace, pues aportó ocho tantos y resolvió varios pasajes de juego desequilibrantes. Petric devino su complemento por momentos, anotando cuatro unidades. Por Cuba marcó la pauta el central Isbel Mesa, autor de cinco cartones en jugadas notables por el centro de la cancha.
El ascenso del accionar antillano se hizo patente en el tercer parcial, con una muestra de lo que en realidad puede lograr este joven elenco. Rolando Cepeda “apareció” por fin sobre el mondoflex y con una serie de servicios desarticuló la línea zaguera serbia y permitió que los locales se fueran delante 11-5. Con esa ventaja fue posible jugar con menos presión y aupados por una concurrencia que disfrutó a sus anchas esta buena racha. También resultó esencial aquí el desempeño de Fundora, autor de seis puntos y un factor motivacional importante. Kovacevic y Atanasijevic mantuvieron su efectividad con cuatro rayitas per cápita.
En el set del cierre, cuando parecía que los cubanos podrían igualar las acciones, retornaron las dificultades a la cancha y se definió el pleito. Otra vez falló el complejo uno y se perdieron ataques importantes, todo lo cual impidió mantener el tanteador cerrado. Los hermanos Kovacevic (Uros y Nikola) y otra vez Atanasijevic juntaron 14 puntos y pusieron la sentencia al choque.
En términos generales cabe destacar que los cubanos impidieron la barrida, mostraron garra y demostraron que si estabilizan su accionar puede alcanzar triunfos. Como mismo se fue estabilizando la recepción a lo largo del partido, deberá mejorar el acomodo (creatividad y efectividad) y el servicio, pues a los 14 errores se unieron ejecuciones demasiado fáciles.
Urge también que Cepeda participe más de la ofensiva caribeña, por su experiencia y calidad competitiva.
El máximo punteador del partido fue Atanasijevic, con 22 tantos, seguido por Nikola Kovacevic (20), Fundora (14) y Bisset (14).
Este sábado tendrá lugar el segundo pleito entre serbios y cubanos. En las restantes series del grupo B, Italia barrió a Alemania y Rusia a Irán.