Marisol Leyva Guillén y Yaneysi Leyva Leyva le sonrieron por primera vez a la vida el 29 de octubre del año 1988, cuando se produjo el feliz alumbramiento en el hospital Nicaragua, de Banes, provincia de Holguín, y Marisol, la progenitora trajo al mundo a su primogénita.
Madre e hija volvieron a hacer felices el 10 de mayo del 2013, tras convertirse en las protagonistas del primer trasplante renal con donante vivo de la región oriental del país, efectuado de forma exitosa en el hospital clínico quirúrgico Lucía Íñiguez, de esta provincia.
“Verdad que esto es algo maravilloso, ver cómo con uno de tus órganos le devuelves las esperanzas de vida a tu única niña, gracias a los adelantos de la medicina y los desvelos de la Revolución por la salud del pueblo”, afirmó Marisol a Trabajadores.
Por su parte, Yaneysi dijo sentirse muy emocionada “no solo porque ahora vivo con un riñón de mi mamá, puedo orinar sola y no tengo que hacerme hemodiálisis, sino por los desvelos del equipo médico y las atenciones recibidas en el hospital”.
Esta joven, oriunda de la zona de La Vega, en Bijarú, perteneciente al municipio holguinero de Báguanos, padecía de una glomerulopatía detectada hace más de cuatro años, que le provocó la insufiencia renal crónica.
Aunque hace alrededor de tres años la familia se mudó para la provincia de Ciego de Ávila, su actual lugar de residencia, nunca perdieron el vínculo con el servicio de Holguín, donde funciona el centro de coordinación para la parte oriental.
“Yo siempre quise que mi trasplante fuera aquí por la confianza y seguridad depositada en los médicos y por eso vinimos en cuanto nos enteramos de que estaban en condiciones de hacerlo con donante vivo”, señaló Yaneysi.
Tras quedar restablecida la función renal y reducirse los niveles de creatinina en sangre, el 23 de mayo recibió el alta hospitalaria y fue trasladada junto a la madre donante hacia la casa renal, anexa al propio centro asistencial, debido a la lejanía del domicilio.
La compleja intervención quirúrgica fue realizada en apenas cuatro horas por un equipo multidisciplinario y comprende tres actos fundamentales que son: extracción del órgano a la donante, preparación del mismo y posterior implante a la receptora.
El doctor Roberto Cruz Mayo, cirujano principal, destacó las ventajas de este tipo de trasplante porque se reduce considerablemente el tiempo de isquemia del órgano y aumenta, por tanto, su aceptación y la supervivencia del enfermo.
Explicó que como este tipo de intervención se realiza entre individuos de la primera línea de consanguinidad, o sea, padre, madre, hijos o hermanos, aumenta considerablemente el nivel de compatibilidad y reduce el de rechazo.
Participaron también los doctores Neyda Santiesteban, Erick de la Peña, Yaniel Pérez y Yosleidis Socarrás, cirujanos; Luis Ríos y Eloyda Arese, nefrólogos; Elianne Quesada y Ariel Rodríguez, anestesistas, y la enfermera Yoandra Díaz.
El servicio de trasplantología de Holguín, que acumula una vasta experiencia en 550 injertos con donantes fallecidos y elevado nivel de supervivencia, se reafirma como abanderado del oriente cubano, al convertirse en el primero en ser avalado por el grupo nacional para trabajar con donantes vivos.