El Congreso Extraordinario de la Federación Internacional de Luchas Asociadas (FILA), celebrado el sábado último en Moscú, Rusia, eligió al serbio Nenad Lalovic como nuevo presidente y aprobó los cambios a implementar con el fin de ingresar a los juegos olímpicos del 2020.
Lalovic, titular interino desde febrero pasado, fue escogido con 125 votos a favor y solo siete en contra. El europeo sucede en el cargo, de manera oficial, al suizo Raphael Martinetti, quien se vio obligado a renunciar tras la exclusión de la disciplina del programa cuatrienal.
El cónclave moscovita reunió a federativos de 111 países y acordó las nuevas medidas a aplicar “desde ya” en todos los eventos avalados por la FILA. Entre las comunes para todos los estilos (libre, femenina y greco) aparecen la puntuación acumulada a lo largo del combate, la reducción del número de períodos de tres a dos, el otorgamiento de un par de puntos al derribo y la separación de los medallistas mundiales (o al menos de los finalistas) en la siguiente versión de la cita del orbe.
Otra de las modificaciones se relacionan con el premio a las acciones técnicas, pues en el estilo libre se otorgarán 10 puntos de diferencia, mientras que en la greco siete. Sin embargo, lo más llamativo de las variaciones es el regreso a la aplicación del concepto de pasividad, muy criticado en el pasado (injusticias, corrupción) y tema sensible para el arbitraje, ya que lo coloca en la posición de decidir pleitos.
La nueva FILA prevé ubicar a una dama como vicepresidenta y contar con un Buró de 19 miembros, entre ellos tres mujeres e igual cifra de campeones olímpicos y/o mundiales. Laborarán 15 comisiones de trabajo y la dedicada a los atletas permitirá una participación más activa de estos en la toma de decisiones del organismo.
Esta propuesta de la FILA no alcanza, a mi juicio, para resolver la crisis del estilo grecorromano. Pero si con ella lograse derrotar a las otras siete disciplinas en pugna por el boleto disponible para el 2020, entonces cabrá preguntarse cuál fue la verdadera intención del COI al excluir a los gladiadores en febrero pasado. A lo mejor necesitaban entre los candidatos a un deporte fuerte, histórico, para poder vetar al béisbol-softbol…