El Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés), se enfrenta a una investigación penal por el “escrutinio excesivo” a grupos conservadores. Se le acusa de someter a repetidas inspecciones fiscales a determinados políticos por el único motivo de estar vinculados con el Tea Party. Un hecho ya de por sí escandaloso que se agrava en un país muy delicado con las discriminaciones por razón de ideología.
El propio IRS lo ha confirmado. Admite que desde 2010 ha hecho investigaciones adicionales a todos aquellos colectivos exentos de impuestos (en total, 298) cuyo nombre incluyera “Tea Party” o “Patriot” (patriota). Hay más: reconoce que en 2011 también se le fue la mano con los “críticos con la dirección del país”.
Obama asegura haberse enterado de todo esto por la prensa. Y define los hechos como “escandalosos”, mientras que el FBI trabaja con el Departamento de Justicia para aclarar la situación. La situación no favorece nada al presidente que tradicionalmente se ha criticado el supuesto partidismo de la Administración bajo el gobierno demócrata.
Tomado de Expansión.com