Texto y fotos: Jorge Osmani Moreno Pérez
Este viernes, 17 de mayo, se conmemoró en el Castillo de los Tres Reyes del Morro la centuria del histórico vuelo Key West—La Habana, que fuera realizado por los pilotos Domingo Rosillo del Toro y, dos días después, por Agustín Parlá Orduña.
La actividad fue auspiciada por el Complejo Histórico Militar Morro—Cabaña, el Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC), y el Club de Aviación de Cuba, y el momento resultó oportuno para exponer al público condecoraciones recibidas en su tiempo por ambos aviadores, así como una maqueta del avión.
A propósito de la efeméride se develó una tarja conmemorativa, y a continuación tuvo lugar un vuelo en parapente a motor —diseñado como si fuera una bandera cubana— que sobrevoló el faro, símbolo de nuestra ciudad.
Posteriormente, en una de las salas del complejo, se llevó a cabo la cancelación de un sello postal conmemorativo, lo cual estuvo a cargo del Presidente del IACC, y de Grissell Reyes, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica, del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones.
Este espacio estuvo ambientado con la obra plástica de Gastón Sariol (piloto retirado), quien se dedica en la actualidad a este arte.
Estuvieron presentes el máster Alfredo Cordero Puig, Presidente del IACC, Henry Pérez, director del Complejo Histórico, y un grupo de pilotos retirados, tanto de las Fuerzas Armadas como de la aviación civil. De igual manera, asistió Rachel Parlá, bisnieta del insigne piloto.
El histórico vuelo
Bajo el auspicio del Ayuntamiento de la Habana, y con el propósito de fomentar el desarrollo de la aviación en nuestro país, se ofreció un premio de diez mil pesos al piloto cubano que realizara la travesía sobre el mar, en la ruta Key West—La Habana.
El reto fue aceptado por Domingo Rosillo del Toro y Agustín Parlá Orduña, quienes el 17 de mayo de 1913 se dispusieron a realizar dicho vuelo. El primero de ellos volaría en un monoplano Morane-Saulnier, traído de Francia por él, mientras que el segundo lo haría en un hidroavión, construido de cañas de bambú y lona.
Este último vio frustrado su intento al sufrir una avería. No obstante, una vez reparada la misma, se lanzó al aire el 19 de mayo rumbo a La Habana
Rosillo impuso el récord en volar 184 kilómetros sobre el mar en dos horas treinta y cinco minutos en un vuelo directo, sobrevolando el castillo de Morro, lugar de la meta y luego aterrizando en el Campo Columbia, hoy Cuidad Libertad.
Por otro lado, Parlá siguió padeciendo de la mala suerte, ya que encontró un fuerte viento del nordeste que lo desvió al oeste, y lo obligó a amarizar en la bahía de Mariel, en el lugar fue recibido por las autoridades y luego continuó vuelo a La Habana amarizando en la Caleta de San Lázaro.
Aunque no ganó el premio, este inconveniente lo favoreció, ya que voló 203 kilómetros en dos horas cinco minutos. Había volado sobre el mar 19 kilómetros más y consumido 30 minutos menos. Paradójicamente, rompió el record de Rosillo que duró apenas 48 horas. Se había realizado la travesía más larga sobre el mar involucrando a dos naciones.
Ante esta hazaña, Parlá fue nombrado Capitán de Ejército y Padre de la Aviación de Cuba, en julio del propio año y con la adquisición de un avión Curtiss Modelo FS se creó el primer cuerpo de aviación militar en la isla dondel fue nombrado Jefe de Instructores.