De cuarto menguante a luna nueva, las tripulaciones de los barcos camaroneros de la flota de la centromeridional provincia de Cienfuegos aceleran las máquinas para incrementar las capturas y acercarse paulatinamente al cumplimiento de plan correspondiente a la actual campaña.
En el golfo de Ana María, al sur de Ciego de Ávila, las embarcaciones laboran ininterrumpidamente de noche y cuando el satélite de la tierra se encuentra entre esas dos fase, aseguran los pescadores, los chinchorros suben más crustáceos a cubierta.
La flota cienfueguera es responsable del 50 % del camarón que se captura en Cuba, la mayoría destinado a la exportación.
En los más de cuatro meses que los tripulantes se hicieron a la mar y comenzaron la campaña, ya totalizan 300 toneladas. El plan es de 315.
“Ha sido un buen año, típico camaronero”, aseguró el biólogo Vladimir Díaz, al frente del Buró de Captura, encargado del estudio de la presencia de la especie.
Solo ocurrieron afectaciones por el mal tiempo durante 11 noches en marzo, pero el déficit acumulado por esa causa fue resarcido por rotaciones certeras en las tres zonas de pesca, en el archipiélago Jardines de la Reina.
“Cada mes hacemos viajes de prospección a los pesqueros y analizamos la talla, el peso y la manifestación de la especie. Eso nos permite hacer recomendaciones al jefe de la flotilla para que desplazar los barcos de uno a otro cuando hay baja productividad”, aseguró.
Laboran en la captura nueve de las diez embarcaciones y persisten algunas limitaciones de recursos.
“Entre el 18 y el 19 de mayo debemos completar lo comprometido y estamos en condiciones de aportar unas toneladas más”, afirmó Oscar Stuart, director de la Unidad Empresarial de Base CAPSUR.