La dupla cubana de canotaje Serguei Torres-Rolexis Báez regaló par de medallas a las madres cubanas este domingo, durante la primera Copa del Mundo de la disciplina en este 2013, disputada en Szeged, Hungría, con la participación de 41 naciones.
Luego de haber sido quintos el sábado en los mil metros, el binomio antillano tuvo su jornada más feliz en el cierre, al conquistar plata en 500 con tiempo de 1:43.170, solo superado por los rusos Ivan Shtyl- Anatolii Tovkan (1:42.402), quienes tuvieron un mejor tramo final, pues al cruzar la mitad de la regata los nuestros iban delante.
Con esta presea, Cuba hubiera cumplido su pronóstico de regresar al podio en estas lides del orbe, tras una sequía impuesta desde el 2010, cuando por última vez lo hicieron con bronce los kayacistas Reinier Torres- Carlos Montalvo. Sin embargo, Serguei y Rolexis no se conformaron y sacaron ahora un electrizante tercer escaño en el C-2 a 200 metros (38.155).
Esta faena en una distancia no olímpica resultó muy alentadora por haberse logrado en medio del agotamiento físico que deja siempre competir en tres eventos diferentes en igual cantidad de jornadas, y porque solo les antecedieron las tripulaciones rusas (37.351) y bielorrusas (35.741), dos fueras de series en el canotaje mundial.
Con un discreto octavo puesto terminaron los kayacistas Reinier Torres-Maikel Zulueta en el K-2 sobre 500 metros (fueron quintos en mil), en tanto ni ellos ni el singlista de la canoa, Raidel Ramos, se inscribieron en los heat más cortos de sus respectivas modalidades, dada sus escasas posibilidades de pugnar con las potencias europeas.
Esta Copa del Mundo fue la primera en que se autorizó a las naciones participantes a contar con más de un tripulación por especialidad, lo cual lógicamente perjudica a los países que no contamos con recursos financieros para este cambio de reglamento.