Las lágrimas se deslizan por las mejillas de Lourdes María, Caridad, Dora… y hay palabras entrecortadas en las gargantas de Anastasio, Ramiro, Rigoberto… y el auditorio respetuoso aplaude, encomia con gestos y borra el rubor que domina las expresiones.
Esos estados de ánimo aliñan cada anécdota contada que conjuntan, por la brevedad del relato, sintéticas historias de vidas entregadas pasionalmente al altruista deber de servir a los demás.
Los tribunos tienen los rostros marcados por los años. En sus fueros internos todavía dominan fuerzas indomables que en los tiempos mozos los convirtieron el líderes naturales que le ayudaron a vencer obstáculos y cultivar la esperanza.
Todos dirigentes sindicales convocados, bajo el prisma estimulante del ya próximo Primero de Mayo, por el secretariado provincial de la Central de Trabajadores de Cuba en Las Tunas para reafirmarles que los pinos nuevos son herederos naturales de sus enseñanzas.
En diversos sectores estos veteranos brindaron lo mejor de ellos en la representación de sus afiliados y algunos trajeron esas ideas de amor a la justicia desde la lucha clandestina contra la tiranía de Fulgencio Batista.
Ellos, en muestra de humildad, agradecieron la invitación y sus anfitriones les aseguraron que sus ejemplos los animan y comprometen en los nuevos tiempos.
“El sindicato me corre por las venas”, dijo visiblemente emocionada Esther, quien con andador en manos, por esas malas jugadas del tiempo, es líder entre los jubilados del sector de la Cultura. Una fuerte ovación cerró el encuentro.