Con una transformación que acentúa su belleza, Matanzas festeja este viernes su cumpleaños 325, el mejor pretexto que encontró la ciudad de la poetisa Carilda para “desordenarse”, y recobrar la forma que tantos piropos le ha ganado.
El nuevo look comenzó a diseñarse un lustro atrás, quizás justo cuando se volvió recurrente la pregunta que, según dicen aquí, hasta la máxima dirección del país lanzó a las autoridades locales. ¿Cuándo será Matanzas una ciudad bonita? Este 12 de octubre del 2018 se pintó solo para responder la interrogante. La fecha se convertía así en inicio y destino, en arrancada y meta de un notable cambio.
Todas las esperanzas quedaron contenidas en el Plan 325, una suerte de sismo que le movió el piso a Matanzas, zarandeándola hasta los cimientos. “Ha sido el motor impulsor del renacer, algo que la gente quería ver hace muchos años”, precisa Leonel Pérez Orozco, director de la Oficina del Conservador de la Ciudad.
Mucho tiene que ver este hombre con la imagen surgida como consecuencia de una revolución constructiva sin precedentes en la historia de la Atenas de Cuba. “Ni lo sucedido en los años 40, ni las intervenciones de 1960 ni las de1970 se igualan a la cantidad de obras sometidas a inversiones, acciones de mantenimiento o de rehabilitación”.
Explica Pérez Orozco que echar manos al Plan Maestro, herramienta de ordenamiento y rehabilitación, posibilitó mirar hacia los espacios públicos, áreas dominadas por el automóvil y no por las personas que la viven. “Había que recuperar el espacio individual, o sea el paso peatonal, parques, plazas y algo ausente en el trazado urbano, las calles comerciales peatonales”.
A la Plaza de La Vigía, por donde nació la ciudad, le erradicaron sus pequeños bloques de aceras y contenes, y se le colocaron adoquines, similar a lo sucedido en las dos primeras cuadras de la Calle del Medio, convertida ahora en paseo peatonal comercial.
Por ejemplo, se ufana Pérez Orozco, con un malecón al lado del río San Juan y edificios del siglo XIX, surgió la notable novedad del paseo de la calle Narváez, único en Cuba, en el que sembraron árboles, colocaron bancos y restauraron los garajes para darle un nuevo valor de uso. Tendrán salas 3D, galerías, café, pizzerías y, además, hallan ya cobija varios proyectos culturales.
Un lugar especial reservó el Plan 325 al Parque de La Libertad, la segunda Plaza de Armas, el centro cultural más importante, su corazón. “Las rejas que circundan los jardines le conceden un aspecto muy parecido al siglo XIX, lo que se completa con la restitución de la escultura de la fuente Leda y el Cisne del país, del artista Juan López Conde, que recrea una leyenda de la mitología griega”.
Un Teatro Sauto bellamente restaurado se inscribe entre las acciones de mayor relevancia, el inmueble que realza la prestancia de la Plaza de La Vigía, lugar que acoge a otro símbolo yumurino, el antiguo Cuartel de Bomberos, único museo vivo que atesora la historia de ese cuerpo en la nación.
Mucho brillan los ojos de Pérez Orozco al hablar de la Oficina del Conservador de la Ciudad, una emoción que lo trasciende. El recinto albergará la maqueta de la ciudad, lugar también desde el cual se trabajará en pos de la preservación presente y futura de los valores patrimoniales.
Aunque el centro histórico, Monumento Nacional, se robó el show constructivo, el Plan 325 tocó otros emblemáticos sitios. Mejoró la calidad de vida de moradores de edificios multifamiliares como el de Pavía, incrementa su capacidad de alojamiento con hoteles inaugurados, se reanima con opciones extrahoteleras y le agregó a la ciudad un baño público, servicio muy demandado por los matanceros.
Sin embargo, junto con la transformación física de la ciudad se ha producido, a criterio de Pérez Orozco, un hecho interesante, ha habido una mutación espiritual. “El matancero ahora cree más en su ciudad, confía más en su futuro. El 325 ha sido una bendición”, confiesa.
El Conservador considera que nada de esto se hubiera conseguido sin el incondicional apoyo del Partido y el Gobierno.
No obstante la alegría por una urbe que se ha refundado por estos días, el cambio de look exige una relación de respeto por lo hecho. Cuidar, preservar, hacer perdurable en el tiempo esta revolución constructiva, es el paso que sigue, la postura aliada.
Lo solicita Pérez Orozco con auténtica humildad. “Será la mejor manera de honrar también a las fuerzas constructivas, estatales y no estatales, a todo aquel que ha puesto sus manos en esta gigante obra”.
Aunque hubiera sido lo ideal, ya se sabe que al 325 no terminó la totalidad de las obras, “pero habrá continuidad. El paso no se puede perder, lo afirma un hombre al que se le atribuye un protagonismo esencial en la confección de un traje con el que este viernes, nadie lo dude, Matanzas luce más bonita”.
excelente ahora toca a turismo incluirla en los recorridos de los turistas que llegan aVaradero como se hace con la Habana de esa forma sera una verdadera ciudad turistica Felicidades !!!!!!!!
Hermosísima Matanzas. Una de las ciudades más bellas de Cuba. Bahía inmensa y, por supuesto, la cuna de nuestro baile nacional, el danzón. No hubo ni hay música más cubana y representativa de nuestra fibra nacional y mambisa. Escrito en forma de sonata clásica refleja en sus notas musicales el sentir y palpitar de nuestra idiosincrasia nacional. Antonio María Romeu sabia y artísticamente lo representó en toda su obra que llegó a la cifra aproximada de mil danzones. ¡ Gracias Miguel de Faílde !
Bellisima mi ciudad natal, cuando estoy alli, me siento en el paraiso, gracias a todos los que hicieron posible todo eso, un abrazo a todos