El equipo de béisbol del central Cristino Naranjo, perteneciente al municipio de Cacocum, en la provincia de Holguín, se proclamó por primera vez este año como campeón de la Liga Azucarera, la de mayor nivel de participación y tradición entre los trabajadores.
Se trata de un evento muy competitivo y con una gran rivalidad, en el que todos los conjuntos luchan a brazo partido por defender su bandera y terruño, por lo cual resulta muy difícil mantenerse en la élite, como se lo proponen los cacocumenses.
Tal determinación fue ratificada por el director técnico Alberto Ramírez Hernández, quien afirmó que lucharán por llegar a las finales en las próximas ediciones y ocupar uno de los lugares cimeros.
“Sabemos que es una meta ambiciosa, pero alcanzable si trabajamos con esmero, nos preparamos bien y conservamos el espíritu deportivo, la cohesión, combatividad y disciplina exhibidos en el último torneo.
“Por nuestro rango de campeones fuimos invitados a la Copa Antillana de Acero, que se efectuará en abril en La Habana, y aceptamos de inmediato porque no hay nada como los topes con selecciones de calidad para conservar el nivel competitivo.
“Nosotros estamos al tanto de todos los jóvenes trabajadores del central que tienen condiciones para jugar pelota, los captamos y les enseñamos los elementos básico de la técnica. Eso nos permite garantizar el relevo del equipo.
“Trabajamos mucho con el área del pitcheo, fundamental para ganar cualquier juego, dicen que representa el 75 % de la victoria, y hemos desarrollado algunos talentos como Juan Alberto Cruz, Bárbaro Rodríguez, Ronny Corrales y Ángel García. El primero de ellos, precisamente, materializó una verdadera proeza ya que ganó 11 partidos, salvó otro y fue elegido como el jugador más valioso en esta edición de la Liga”, comentó el timonel.
“A la ofensiva el más destacado fue Alain García, quien terminó la competencia con un average de 355 y nueve jonrones, mientras que a la defensa tenemos que seguir trabajando para mejorar y evitar costosos errores”, concluyó.
Ramírez Hernández asumió desde hace dos años la dirección del equipo del Cristino Naranjo, que solo había llegado a una final en la serie de 1998. En tan corto tiempo supo aglutinar a los peloteros y guiarlos a la conquista del banderín.