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“A veces no tenemos la valentía política de asimilar la responsabilidad de no haber hecho lo indispensable para mantener la producción”, reconoció ante los representantes sindicales de su organización el director del Grupo Empresarial Geominsal, Fabio Raimundo Paz.
El escrutinio a la gestión de las exigencias de los trabajadores mineros movió el debate de una de las comisiones en la Primera Conferencia del Sindicato de Trabajadores de la Energía y Minas, celebrada en La Habana.
La falta de garantías de medios de protección durante todo el año 2014, la importación inoportuna de recursos para la industria del oro y los problemas con suministros por deudas acumuladas, fueron cuestiones que debió explicar el directivo, como demanda de las asambleas de afiliados en todo el país.
“Nuestros jefes han carecido de la iniciativa suficiente para estimular al trabajador”, afirmó el empresario, quien dio a conocer la aprobación de 15 CUC por cada obrero como presupuesto para que las organizaciones puedan financiar actividades de estímulo moral y material. De esa manera, empresas con mil empleados dispondrán de 15 mil CUC para agasajar a los más destacados, explicó Raimundo Paz.
“Es imperdonable que un dinero para medios de protección pase de un año para otro”, remarcó el viceministro de Energía y Minas, Yuri Viamontes, al participar del debate por la inejecución del 57 % del presupuesto aprobado el año anterior para comprar botas, overoles y gafas contra el sol, entre otros implementos.
“En aquel lugar donde un medio de protección inexistente ponga en riesgo la vida del trabajador, la indicación es parar la producción”, aseguró el director del grupo empresarial, aquejado en los últimos meses de reiterados baches en la producción por la falta, también, de otros aseguramientos logísticos.
“Nos pareció que es importante empoderar a los directores de unidades empresariales de base (UEB) para que se conviertan en verdaderos empresarios”, subrayó al referirse al poco margen de maniobra del que disponían los responsables de las principales fuentes generadoras de divisas: las minas.
“Hemos empezado con los proyectos del oro (…), el dinero de la producción irá primero a las cuentas de cada mina y serán los directivos a ese nivel los que traspasen los recursos hacia las empresas superiores, y no al revés”, aseveró Paz.
La transformación resultaba indispensable, concordaron varios de los asistentes, pues fallas organizativas como esa ataron en gran medida el incremento de la productividad en la extracción de los depósitos auríferos. De 490 kg planificados en el 2014 solo produjeron 179; en cambio, desde la transformación, el ritmo de cumplimiento del nuevo plan marcha por encima del 100 por ciento.
“Tenemos que cambiarles la vida a los trabajadores”, enfatizó el viceministro Viamontes. “Pero el país no cambia en la acera del frente, se cambia desde el puesto de trabajo de cada cual y eso significa que tendremos que seguir explotando reservas de eficiencia y facilitar las condiciones para que el obrero se sienta bien”, ratificó.
