Los poetas Miguel Mariano Piñero (Las Tunas) y Hebert Toranzo (Ciego de Ávila) compartieron el premio del Concurso Iberoamericano de Décima Escrita Cucalambé, entregado en el ámbito de la XLVII Jornada Cucalambeana, que desde el día 27 celebra la nororiental provincia de Las Tunas.
El escritor Carlos Esquivel Guerra, integrante del jurado, explicó que al prestigioso certamen fueron presentadas 21 obras, todas de mucha calidad, pero que finalmente los cuadernos: “(In)mutaciones”, de Piñero; y, “Aspaviento”, de Toranzo alcanzaron el máximo reconocimiento, en una decisión compleja e inédita en la historia de este evento. También otorgaron seis menciones.
Carlos Esquivel ponderó el hecho de que se retome el pago en metálico de este premio, consistente en esta oportunidad de 16 mil pesos
Miguel Mariano dijo a la prensa que este es el premio más importante para los decimistas del mundo y lo consideró fundamental para que “la décima no muera y siga creciendo”.
Dijo que este libro “(In) mutaciones” lo ha reescrito muchas veces y que en sus esencias aborda la vida, la existencia del hombre y las culpas con que tiene que cargar, muchas de las cuales no le pertenecen, pero con ellas lidia cotidianamente.
“Ya me puedo morir, porque tengo el premio Cucalambé”, enfatizó el poeta en tono jocoso y confesó que esta es la quinta vez que participa en el concurso: “antes fui tres veces finalista y obtuve una mención. Mis amigos PÉGLEZ y Carlos Esquivel me inspiraron a no perder el entusiasmo”, recordó.
El Catauro de la Décima dedica sus sesiones a rendir homenaje a Juan Cristóbal Nápoles Fajardo y a Samuel Feijoo y es una de las múltiples áreas que animan por estos días la fiesta mayor del campesinado cubano, fue el escenario de la premiación, que estuvo antecedida por lecturas de poemas y las presentaciones de un nuevo número de la revista Quehacer,y del libro Crepusculares, de la joven poetisa tunera Liliana Rodríguez, ganadora con él de este premio el pasado año.